
En Rosario hubo más que una carrera. Hubo señales. Mientras Marcelo Ciarrocchi celebraba su triunfo, Franco Vivian batía récords y las tribunas desbordaban de público entusiasta, los boxes hervían de reuniones, propuestas y conversaciones que revelan un fenómeno en marcha: el TC2000 volvió a encender el radar de los protagonistas del automovilismo y de las terminales. Y no por nostalgia, sino por oportunidad. La categoría atraviesa una transformación profunda -con sus nuevos SUV, motores de 500 CV y reglamento técnico moderno- que empieza a dar resultados. Y el interés crece, tanto adentro como afuera de la pista.
PORFIRI Y SU PLAN PARA ALISTAR DOS PULSE
Uno de los proyectos es el que impulsa Edgardo Porfiri, un nombre de peso dentro del automovilismo argentino. El Fido trabaja para sumar dos Fiat Pulse, el SUV compacto de la marca italiana, a la grilla del TC2000. Las conversaciones están en marcha, tanto en el plano técnico como comercial, y la idea es clara: aprovechar el envión de la categoría para potenciar un modelo con fuerte presencia en el mercado. “Esta semana podría haber novedades”, anticipó.
Si el proyecto se concreta, el Pulse se sumaría al extenso listado de modelos que han representado a Fiat en la categoría que van desde el Cronos, que actualmente está en la pista en esta etapa de transición, al Linea, el Tipo, el Tempra, y el mítico Regatta, entre otros.
La presencia de Porfiri en los boxes rosarinos se puede equiparar a la de Oscar y Damián Fineshi en Buenos Aires. Padre e hijo hablaron con los directivos de la categoría y se interiorizaron de esta nueva etapa. Nadie confirmó nada, pero todos lo vieron: el interés está ahí, y si se activa, podría significar un regreso tan simbólico como estratégico.
NISSAN Y BAIC TAMBIÉN PIDEN PISTA
Pero Porfiri no está solo en esta movida. Un empresario santafesino vinculado a la industria de los remolques está gestionando la incorporación de dos Nissan Kicks, un SUV japonés con fuerte presencia en el mercado argentino.
A esto se suma un movimiento internacional: en Uruguay, un grupo empresario trabaja para conformar una estructura con la que representar a BAIC, la marca china que viene ganando espacio en la región. La idea es ingresar al TC2000 con una propuesta profesional que combine ingeniería regional y estrategia de posicionamiento.
Estos nombres nuevos (y otros que podrían sumarse) alimentan una certeza: el TC2000 volvió a ser una plataforma atractiva, no solo para correr, sino para construir imagen, posicionar modelos y activar comercialmente en un contexto donde la visibilidad deportiva vuelve a tener valor.
Más allá de los nombres propios, lo que ocurrió en Rosario fue el mejor aval. Miles de personas llenaron las tribunas y el paddock volvió a tener ambiente de gran evento. Familias, jóvenes, fanáticos históricos y nuevos curiosos que se acercaron atraídos por una propuesta distinta. La categoría, que durante años buscó recuperar su lugar, demostró que el cambio técnico fue acertado.
Lo que está quedando claro para las automotrices -y también para los inversores independientes- es que el TC2000 ofrece una plataforma única para conectar producto con emoción.
En un país donde el automovilismo sigue siendo una pasión transversal, cada auto nuevo en pista es una historia que empieza. Y el público ya lo entendió. Las marcas también.