
“Hace ocho meses, todo era muy incierto”, dice Víctor Pruvost, gerente comercial de Honda Motor Argentina, con una mezcla de alivio y entusiasmo que delata cuánto costó llegar a este presente del TC2000, ese que mutó SUV mediante para reconectar con la industria y el público real, y la escena no puede ser más simbólica: el sol cae sobre dos Honda ZR-V listas para salir a la pista, mientras una tercera se pule en el taller y una cuarta comienza a gestarse en los papeles. La apuesta es seria. El compromiso, profundo. Y la visión, clara.
Pruvost no disimula su satisfacción, pero tampoco olvida el barro que se pisó para llegar hasta acá. “Todo era muy incierto, había muchas dudas, no solo con el automovilismo sino con la economía”, recuerda. Y sin embargo, el equipo Honda YPF Racing está de pie, con un plan a largo plazo, una estructura técnica sólida liderada por Sebastián Martino, y sobre todo, un mensaje de marca que suena fuerte: “volvimos a competir con lo que vendemos”.
LA PISTA COMO VIDRIERA DEL SHOWROOM

Pocas veces una decisión empresarial logra alinear tantas piezas al mismo tiempo. En Honda lo tienen claro: este renovado TC2000 no es solo una categoría, es una plataforma de marketing vivencial. “Hoy la categoría vuelve a tener los vehículos que todas las terminales ofrecemos a nuestros clientes. Son las SUV, es lo que el mercado quiere, es lo que la gente busca y lo que más vendemos”, resume el ejecutivo con precisión quirúrgica.
Acá no se trata de pegar calcos y poner logos en los laterales. La estrategia es más profunda e incluye activaciones . “Traés a la gente, hacés vivir la experiencia, lo relacionás con la marca”, enfatiza Pruvost, subrayando la idea de que la competencia es un puente entre la emoción del deporte y la decisión de compra.
ESPÍRITU DE SOICHIRO: EL ADN SIGUE VIVO
Cuando se le pregunta si esta incursión deportiva responde a una estrategia bien planificada, Pruvost contesta con una lección de historia. “Honda nace un poco con esto. Fue necesario meterse en el mundo del automovilismo y del motociclismo para demostrar de lo que era capaz la marca… seguimos manteniendo esa línea”. No lo dice como un eslogan, sino como un mandato corporativo casi espiritual.
Soichiro Honda, el fundador, creía que las carreras eran el campo de pruebas más honesto. Hoy, décadas después, esa lógica sigue presente: si el producto resiste en la pista, se gana la confianza en la calle. La conexión es tan directa como emocional. “Invitamos a clientes, a concesionarios, a vivir la experiencia. Y eso es muy lindo”, insiste Pruvost.

La apuesta incluso trasciende el TC2000. Además de competir también en el TCR South America, Honda ya acompaña programas de karting y las iniciativas Automóvil Club Argentino para formar a los nuevos talentos. Es una jugada integral, de marca y de futuro.
TRABAJO EN EQUIPO, VISIÓN COMPARTIDA
El renacimiento del TC2000 no fue solo mérito de las marcas. Pruvost destaca sin rodeos el trabajo que se está haciendo en la categoría. “Se está haciendo un trabajo espectacular. Hay que reconocer el esfuerzo. Se habla mucho, pero hay que hacer las cosas, ¿no? Y ellos lo están haciendo”. Es una frase que vale doble en el automovilismo argentino, donde abundan las ideas brillantes que no se traducen en acción.
Para que el proyecto funcione, hacía falta algo más que autos y pilotos: era necesario que todos empujaran en la misma dirección, y eso, dice el gerente, es lo que está ocurriendo ahora. “Hay acompañamiento de todos: equipos, marcas, terminales, pilotos, ingenieros…”.
Y a eso hay que sumarle un condimento clave: los resultados deportivos. “Tenemos a los dos campeones de la última temporada en las dos divisiones del TC2000”, recuerda, dejando en claro que no se trata solo de marketing. Con Leonel Pernía y Tiago Pernía el Honda YPF Racing corre para ganar. Y cuando se gana, el mensaje se amplifica por sí solo.
DE LA INCERTIDUMBRE AL LIDERAZGO
La escena final de este nuevo capítulo de Honda en el automovilismo argentino no es la bandera a cuadros. Es el momento en que el gerente comercial mira hacia el futuro con optimismo sereno. “Hoy tenemos dos autos, un tercero en desarrollo y un cuarto en la mente”, dice, casi como un mantra.
De la duda a la acción. De la crisis al plan. De los sedanes a los SUV. Honda encontró en el nuevo TC2000 una vía para conectar con su historia, su presente comercial y su futuro estratégico, todo al mismo tiempo y sobre un trazado con olor a nafta y pasión.
Pruvost lo resume sin vueltas: “Tenemos que pretender lo máximo”. Y con esa frase, más que una promesa, Honda firma su declaración de intenciones para lo que viene.