Por segunda vez en el año la lucha por el título de la Fórmula 1 entre el inglés Lewis Hamilton (Mercedes) y el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) termina en un choque. Tras el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, donde el múltiple campeón siguió en carrera y ganó; el nuevo escenario de la disputa fue Gran Premio de Italia en Monza, aunque esta vez ninguno de los dos pudo continuar.
Cuando a la temporada aún le quedan ocho eventos, la diferencia entre Verstappen y Hamilton es de solo cinco puntos. Eso, sin dudas, habla a las caras de intensidad de esta batalla. Su resolución es algo que preocupa a la categoría. Al menos eso se desprende las palabras de Ross Brawn, responsable deportivo de la F.1.
En su habitual análisis tras cada carrera, el ex team-manager analizó lo sucedido en la pista italiana y también sus posibles consecuencias. “Los aficionados estarán divididos, estoy seguro. Está claro que ambos pilotos podían haberlo evitado”, apuntó Brawn.
“Definitivamente creo que es otra consecuencia de dos tipos que se enfrentan cara a cara y que no quieren ceder ni un centímetro. Es una pena que terminaran en la grava porque eso podría haber acabado en una gran carrera y nos privaron de eso”, agregó.
“Estoy interesado en ver qué impacto tiene esto en su batalla por el título. Hemos superado el bache de Silverstone, que fue un gran y polémico accidente. Personalmente no diría que haya cambiado la dinámica. Son dos gallos en un gallinero ahora mismo y estamos viendo las consecuencias”, admitió el ejecutivo.
Y por último señaló: “No creo que ninguno vaya a retroceder en ningún momento del resto del año, pero espero que el campeonato se gane en la pista y no en contra los guar-rails o en la sala de comisarios”.