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La conducción de una moto por la noche conlleva una serie de riesgos que no se producen durante el día, razón por la que hay que extremar la precaución y tener en cuenta una serie de consejos para evitar imprevistos o sustos. Aquí, nueve recomendaciones esenciales.
- Vestir ropa de alta visibilidad. Chaquetas fluorescentes, chalecos específicos o adhesivos en el casco son los más apropiados.
- Reducir la velocidad para poder contar con más posibilidades de reaccionar a tiempo ante cualquier situación.
- Revisar las luces (faros delanteros y traseros, así como los intermitentes) para poder ver correctamente y ser vistos por el resto de ocupantes de la calzada.
- Prestar atención a todos los puntos de luz que haya en la ruta o en las calles para distinguir si se trata de otro vehículo o es una fuente de luz distinta.
- Si también se conduce de día, retirar la visera ahumada del casco que evita que nos moleste el sol o los brillos durante las horas centrales del día. Por la noche está totalmente prohibido su uso, por lo que hay que quitarla o bien sustituirla por una transparente.
- Circular por la parte central del carril porque es donde menos probabilidad hay de encontrarse con baches o suciedad.
- Evitar viajes o trayectos largos sin haber descansado suficiente y parar cada dos horas. Durante la noche el cansancio se agrava ya que con la oscuridad el cuerpo se relaja aún más y es más probable la aparición de somnolencia.
- Estar atento al frío y a la humedad que mojan la calzada y restan agarre a la moto.
- Comprobar el estado de los neumáticos para verificar que no se ha llegado a los testigos de desgaste y que la presión de las gomas es la correcta.
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