El emiratí Mohammed Ben Sulayem, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), enfrenta serias acusaciones de haber intentado evitar la aprobación del circuito para el Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1 del año pasado. Según un informe de la BBC, un denunciante reveló que Ben Sulayem buscó interferir en el proceso de aprobación del circuito, una información que ha llegado a manos de un comité ético de la FIA.
Un portavoz de la FIA afirmó que la aprobación del circuito siguió el protocolo de la entidad en cuanto a seguridad e inspección. Además, confirmó que había recibido un informe “que detallaba posibles acusaciones que involucraban a ciertos miembros de sus órganos rectores” y lo está evaluando para garantizar que se siguiera el debido proceso.
“Es desafortunado y motivo de preocupación que el asunto haya sido revelado a los medios de comunicación sin autorización previa y que ciertos elementos del informe hayan sido informados de manera inexacta”, añadió.
EL CIRCUITO DE LAS VEGAS EN LA MIRA
La carrera nocturna en Las Vegas el pasado noviembre fue fundamental para los esfuerzos de la Fórmula 1, propiedad de Liberty Media, para promover la categoría en un mercado clave como el de Estados Unidos.
La denuncia realizada sugiere que un gerente, actuando a instancias del presidente de la FIA, buscó generar preocupaciones ficticias para impedir la certificación del circuito antes del fin de semana de la carrera.
“Los problemas en el circuito estaban destinados a ser identificados artificialmente independientemente de su existencia real, con el objetivo final de retener la licencia”, dijo el denunciante.
Contrario a estas acusaciones, Ben Sulayem afirmó el año pasado que respaldó la aprobación del circuito a pesar de no estar listo a tiempo para la inspección.
BEN SULAYEM EN EL OJO DE LA TORMENTA
Estas acusaciones llegan un día después de que la BBC también informara sobre una investigación a Ben Sulayem por presunta interferencia en el resultado del Gran Premio de Arabia Saudita del año pasado. La FIA indicó que el asunto se está discutiendo internamente.
El mandato de Ben Sulayem ha estado marcado por conflictos con la Fórmula 1, destacando una lucha de poder con el dinero como elemento clave. Oportunamente, un abogado de la categoría lo acusó de interferir de manera inaceptable en los derechos comerciales, cuestionando una valuación reportada de 20 mil millones de dólares.
Otro punto de conflicto ha sido la posible inclusión de un 11º equipo, con Ben Sulayem respaldando la entrada de Andretti-Cadillac, mientras que la Fórmula 1 la descartó hasta al menos 2028. Además, una investigación de cumplimiento sobre Toto Wolff y su esposa Susie fue rápidamente archivada, generando controversia.