Se dice que a veces el árbol no deja ver el bosque y lo que sucede entre la Asociación Corredores Turismo Carretera y el Automóvil Club Argentino es un ejemplo de eso. Detrás de la decisión de la ACTC de fiscalizar al Turismo Nacional y al Turismo Pista, hasta este año bajo la órbita del ACA, existe un punto de conflicto que pocos saben: las licencias médicas.
Desde hace décadas, la ACTC trabaja de manera “estrechísima” con una empresa llamada Medicina de Alta Competición. “El MAC”, como se lo conoce en el ambiente, nació justamente para ofrecer el servicio de otorgamiento de las licencias médicas a los pilotos teceístas.
La licencia médica de MAC es obligatoria para los pilotos licenciados por la ACTC, así tengan la expedida por el ACA, que actualmente la otorga la Asociación Argentina de Volantes.
Desde hace algún tiempo, MAC también les entrega licencias médicas a los pilotos de la Federación Metropolitana de Automovilismo Deportivo, que depende de la Comisión Deportiva Automovilística del ACA y que cuenta con 28 campeonatos.
La mayoría de esas categorías desarrolla su actividad en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, estrechamente vinculado con la ACTC a través de Hugo Mazzacane, presidente de la institución y fundador del trazado. Y uno de los requisitos para correr en el autódromo platense es que los pilotos tengan licencia médica otorgada por MAC…
Esto es algo que jamás había ocasionado inconvenientes entre la ACTC y el ACA. Sin embargo, la llegada de Eugenio Breard como principal responsable de la CDA ante la licencia del Ing. Carlos García Remohí ha cambiado un poco las cosas.
Hace varias semanas, Breard, con reglamento en mano, le pidió a Mazzacane que la ACTC cumpla con lo establecido por el Reglamento Deportivo Automovilístico (RDA) y actúe como una federación a la que el ACA le delega el poder deportivo para fiscalizar ciertas categorías. Pero que no debía prestar otros servicios, como lo hacía a través de MAC. Breard también le aclaró la situación a la Federación Metropolitana.
Eso quedó evidenciado con un comunicado de prensa que el ACA emitió el 28 de noviembre pasado en el que se aclara lo siguiente: “se recuerda que las únicas licencias médicas habilitadas para competencias automovilísticas a nivel nacional y zonal son las emitidas por la CDA/ACA/FIA. Lo mismo para las deportivas y médicas para competir en el exterior”.
Ante esta situación, MAC le envió al ACA una carta documento en la que, palabras más, palabras menos, decía que les llamaba la atención esta decisión “después de años de pacífica relación”. Años en los que García Remohí era el interlocutor entre las dos instituciones…
Breard se ha mostrado inflexible con su postura ante esta situación: “la pacífica relación puede seguir y lo que dice el RDA se debe cumplir”.
Se entiende que la inflexible postura de la CDA por el tema de las licencias médicas, que tiene un costo que puede superar los 80.000 pesos, provocó la reacción de la ACTC, que decidió cobijar al Turismo Nacional y al Turismo Pista a partir del año próximo. Tal vez para compensar la pérdida económica que tendrá en sus arcas ante la decisión del ACA ya que se calcula que podrá recaudar cerca de 500.000 pesos por auto en concepto de licencias (las deportivas del piloto y el concurrente y la médica del corredor).
Es que nunca hay que olvidar una cosa: el automovilismo, además de un deporte; es un gran negocio.