
En Montecarlo no hay margen para las ilusiones. La realidad golpea con precisión quirúrgica en cada curva ciega, en cada frenada sin escapatoria. Por eso, cuando Franco Colapinto bajó del Alpine A525 tras completar 78 vueltas sin errores, sin roces y sin sobresaltos, la sensación en el box no fue de derrota, sino de tarea cumplida. No hubo puntos, pero sí progreso. No hubo gloria, pero sí respeto.
El argentino finalizó 13º en el Gran Premio de Mónaco, en una carrera dominada por la estrategia, los trenes de ritmo contenido y la necesidad de ejecutar sin margen de improvisación. Fue su segundo Gran Premio como titular en el team francés, y el primero en el circuito más traicionero del calendario. Y aunque las cámaras buscaron la pelea por el podio -que quedó en manos de Lando Norris, Charles Leclerc y Oscar Piastri-, en Alpine la atención estuvo puesta en cómo respondía el joven debutante.
“FUE LO MÁXIMO QUE REALMENTE PODÍAMOS LOGRAR”

Colapinto no vendió humo. No disfrazó la realidad con excusas. Habló como lo hacen los pilotos que ya entendieron cómo funciona la Fórmula 1. “Largando desde el puesto 18° hoy, era muy difícil pensar en entrar en los puntos, especialmente en una carrera con tan poca acción”, explicó Franco. “Diría que terminar 13° fue lo máximo que realmente podíamos lograr, con todo el tráfico y las diferentes tácticas de los demás equipos.”
El argentino largó desde la P18 con neumáticos duros nuevos. Su equipo lo llamó a boxes en la vuelta 13 para colocar medios usados, y luego volvió a parar en la 26 para montar medios nuevos. Desde ese momento, gestionó sin errores, sin incidentes y con ritmo constante. Su vuelta más rápida fue 1m15s298, casi tres segundos mejor que la que pudo registrar su compañero de equipo, Pierre Gasly (1m18.054s).
“Con el incidente de Pierre, decidimos adelantar la parada. Desde ese momento fue una carrera difícil, cerrando un fin de semana complicado acá en Mónaco”, agregó. “Tuvimos problemas con el balance en curvas lentas y simplemente no pudimos hacer que el auto funcionara como queríamos.”
A pesar de las limitaciones, Colapinto superó en pista y estrategia a varios rivales directos, como los Williams, los Racing Bulls y los Sauber. Pero Mónaco no es un circuito donde un buen manejo sea suficiente si el auto no responde. Y en Alpine, el A525 aún no da respuestas.
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“FRANCO HIZO UN BUEN TRABAJO”
Flavio Briatore, asesor ejecutivo de Alpine, no es de regalar elogios. Pero esta vez reconoció lo hecho por el argentino. “Franco hizo un buen trabajo, sin errores, con buen ritmo considerando el tráfico, y sin dudas se lleva aprendizajes importantes y un refuerzo en la confianza”, declaró el italiano tras la carrera. “En el fondo, no somos lo suficientemente rápidos. Veremos cómo estamos en España, en un circuito más completo, con cierta expectativa por las nuevas alas.”
La mención a “las nuevas alas” deja entrever que Alpine llevará actualizaciones al GP de España, con la esperanza de acercarse, aunque sea mínimamente, al lote medio. Hoy, el equipo francés pelea con Sauber por el noveno puesto en constructores. Un escenario impensado hace apenas un año.
Briatore también se refirió al abandono de Gasly: “Con Pierre quisimos intentar algo distinto parando temprano para ver si aparecían oportunidades. Después tuvo un incidente con Tsunoda y eso fue el final de su carrera.”
GASLY EXPLICA QUÉ PASÓ CON TSUNODA

Gasly, que partía desde la P17 con neumáticos medios usados, abandonó en la vuelta 9 luego de golpear la parte trasera del RB de Yuki Tsunoda en la salida del túnel. La maniobra generó tensión, ya que Gasly regresó a pista sin control, cruzó la chicana y estuvo a punto de embestir a Colapinto.
“Nunca es bueno terminar una carrera tan temprano. Obviamente, es un resultado muy frustrante para el equipo”, dijo Gasly. “Sobre el incidente, no esperaba que Yuki (Tsunoda) se moviera tanto durante la frenada. Cometió un error antes del túnel y empezó a frenar por el lado izquierdo de la pista, luego se movió a la derecha y me dejó sin espacio.”
Más allá de los detalles, lo cierto es que Gasly sumó su segundo abandono consecutivo y volvió a quedar expuesto frente a un Colapinto que, sin errores y con humildad, empieza a consolidarse como una alternativa sólida para Alpine de cara al futuro.
BARCELONA Y LA ESPERANZA DE MOSTRAR MÁS
El próximo desafío será en el Circuit de Barcelona-Catalunya, un trazado más tradicional, donde el ritmo en tandas largas y la gestión del neumático marcan diferencias. Colapinto lo sabe: “Vamos a seguir trabajando duro de cara al próximo Gran Premio en España, en un circuito más convencional.”
Alpine también lo sabe. Y si quiere aspirar a puntos antes del recambio reglamentario de 2026, necesita más que declaraciones y esfuerzo. Necesita velocidad.