
La atmósfera en el salón era elocuente: más allá de los aplausos y los trofeos brillando en escena, lo que realmente pesó en el ambiente fue el mensaje de fondo. César Carman, presidente del Automóvil Club Argentino (ACA), aprovechó la celebración de los campeones 2024 para desplegar algo más que un discurso de circunstancia: trazó una línea de futuro y reafirmó una postura institucional en plena pugna con la Asociación Corredores Turismo Carretera por el control deportivo del automovilismo argentino.
Desde noviembre de 2023, el ACA libra una disputa silenciosa pero feroz contra la ACTC, que busca consolidarse como autoridad deportiva independiente. En ese contexto, cada palabra de Carman pesó como un lastre de plomo sobre el salón: “Hoy más que nunca el automovilismo necesita una visión renovada, una conducción moderna con reglas claras, transparencia institucional y una mirada puesta en el desarrollo del deporte, no en la administración del pasado”.
No hubo nombres. No hubo acusaciones directas. Pero no hacía falta. Cada frase dibujó una línea divisoria: de un lado, el automovilismo como herramienta de construcción institucional; del otro, un ecosistema regido por la nostalgia, los personalismos y las “fórmulas mágicas”.
UN AUTOMOVILISMO QUE ENAMORE OTRA VEZ
Carman fue más allá de la coyuntura. Le habló al futuro, especialmente a los jóvenes pilotos. En un momento de su discurso, bajó el tono, como quien habla desde el corazón: “Este es un deporte exigente, sí, pero también es un deporte noble que premia el esfuerzo, la disciplina, la constancia y solo dentro de un sistema fiscalizador, sólido, justo y profesional podrán desarrollarse de verdad”.
Ese “sistema” al que hace referencia Carman no es una entelequia. Se llama Comisión Deportiva Automovilística y es el órgano del ACA que, bajo el paraguas del Código Deportivo Internacional (CDI) de la Federación Internacional del Automóvil, regula el automovilismo argentino desde hace más de un siglo.
FRANCO COLAPINTO: EL EJEMPLO VIVO
Nada mejor que un éxito reciente para validar una postura. Carman no dudó en exhibir el caso más resonante de los últimos años: Franco Colapinto. “Corrió y corre con la licencia deportiva internacional otorgada por la CDA del Automóvil Club Argentino. Hoy está en Fórmula 1, pero su recorrido no empezó allá afuera, empezó acá, dentro de un sistema fiscalizador sólido que le dio reglas, acompañamiento y credibilidad”.
Con Franco como bandera, Carman planteó un automovilismo que no solo exporta talentos, sino también valores, métodos y respeto institucional.
UNA ALIANZA CENTENARIA CON LA FIA
La mención de la FIA no fue casual. Mientras la ACTC avanza en su intento de “independencia”, el ACA recuerda que no está solo: “Nos acompaña el respaldo firme e histórico de la FIA, con quien compartimos más de 100 años de historia y valores”.
Este guiño internacional no solo refuerza la legitimidad del ACA, sino que también marca la cancha: jugar dentro del automovilismo mundial implica respeto al CDI, transparencia, sanción de comportamientos antideportivos y protección a los competidores.
UN AUTOMOVILISMO CON REGLAS, PREMIOS Y CASTIGOS
“Queremos un automovilismo argentino que vuelva a enamorar”, dijo Carman hacia el final. Pero no se trata de romanticismo naïf, sino de construir un ecosistema que premie el talento y la capacidad, y castigue la trampa y el acomodo.
“Sigamos soñando en grande porque el automovilismo argentino lo merece y los argentinos también”, cerró Carman. Las palabras resonaron entre trofeos, copas y esperanzas. Afuera, la pelea por el control deportivo sigue. Pero adentro, al menos por una noche, se respiró ese ideal que tantas veces pareció perdido: el automovilismo de verdad.
CINCO FRASES SALIENTES DEL DISCURSO DE CÉSAR CARMAN:
- “Hoy más que nunca el automovilismo necesita una visión renovada, una conducción moderna con reglas claras, transparencia institucional y una mirada puesta en el desarrollo del deporte, no en la administración del pasado.”
- “Este es un deporte exigente, sí, pero también es un deporte noble que premia el esfuerzo, la disciplina, la constancia y solo dentro de un sistema fiscalizador, sólido, justo y profesional podrán desarrollarse de verdad.”
- “Franco Colapinto corrió y corre toda su carrera deportiva con la licencia deportiva internacional otorgada por la CDA del Automóvil Club Argentino.”
- “Nos acompaña el respaldo firme e histórico de la FIA, con quien compartimos más de 100 años de historia y valores.”
- “Queremos un automovilismo argentino que vuelva a enamorar, donde las nuevas generaciones vuelvan a creer en un automovilismo deportivo con reglas claras, transparencia, premios y castigos.”