
Mauro Giallombardo ha vivido una vida llena de adrenalina y éxitos. Se consagró campeón del TC Mouras (2008), TC Pista (2010) y Turismo Carretera (2012) y llegó a ser uno de los grandes talentos de su generación. Sin embargo, las secuelas que le dejó el accidente que sufrió en 2017 mientras viajaba por Villa La Angostura le han impedido seguir compitiendo, aunque persigue el deseo de volver.
A pesar de todo, Mauro sigue ligado al automovilismo a través de su equipo G129, el cual lo tiene como director comercial y deportivo después de dase cuenta que dirigir toda la estructura no era algo sencillo (ahora de eso se encarga su padre).
En una entrevista con el colega Paulino Hernández, publicada en su canal de YouTube, Mauro habló de cómo el accidente lo hizo reflexionar sobre su manera de vivir la vida y cómo ha aprendido a encontrar lo positivo en las situaciones difíciles.
“Muchas de las cosas que dejé en el accidente fueron esa manera de ser reo; ese estilo James Hunt, que tanto me gustaba. Me convertí en un tipo más racional que quiere vivir la vida tranquilo”, confesó Mauro en la entrevista.
Giallombardo reconoce que su vida antes del accidente era muy agitada y que su deseo de vivir al máximo le llevó a descuidar algunos aspectos. “La vertiginosidad con la que vivía me llevó a que pase esto. Yo tenía poco tiempo, estaba siempre haciendo algo, hasta comía arriba del auto… Durante cinco años de mi vida viajé alimentándome de gomitas y tomando una bebida energizante. Eso describe cómo era mi vida en todo sentido”, explica.
A pesar de las dificultades que ha enfrentado, Mauro se muestra optimista y agradecido por lo que ha vivido. “La vida conmigo fue muy generosa. No creo que haya sido culpa de la vida las cosas que me pasaron. Más bien creo que tiene que ver con cómo uno se toma las cosas que pasan en la vida, con el tipo de vida que tiene… En definitiva, si yo no me pegaba contra el colectivo, seguro que me iba a pasar otra cosa”, reflexiona.
Mauro reconoce que extraña mucho correr, pero que su objetivo ahora es conseguir financiamiento para su equipo G129 y apoyar a sus pilotos. También revela que su mayor deseo es volver a competir y ganar su última corona.
“Extraño bastante correr… Pero a mi me gusta más ganar que correr. Y si vuelvo es para lograr mi objetivo final. Quiero ganar mi última corona y después me voy a retirar. Volvería a correr, pero solo con mi equipo”, aseguró.
También rememoró el punto más alto de su campaña deportiva cuando fue campeón de Turismo Carretera: “A los 13 años le dije a mi papá que iba a ser campeón de TC, ése era mi objetivo de vida… Me esforcé tanto por conseguir mi objetivo que dejé de mi vida. Después recién ahí empecé a vivir…”
Y agregó: “En diez años, de 2007 a 2017, viví lo que un tipo vive en 50 años. Hice de todo. Salí campeón de varias categorías, empecé a ser empresario, hice mis manguitos, estuve en un video porno, me prendí fuego… Mi vida era un mar lleno de olas, por eso mi frase siempre fue que hay que aprender a surfear la ola”.
En la entrevista, Mauro habla de cómo su accidente lo ha hecho aprender a vivir una vida más tranquila y a encontrar lo positivo en las situaciones difíciles. “He aprendido que de lo malo hay que sacar lo bueno. No solo por el accidente, sino por un montón de cosas. Siempre he tratado de sacarle lo bueno a lo malo que estaba viviendo”, concluye.