
La temporada 2025 del TC2000 se puso en marcha en el autódromo de Oberá con una postal completamente renovada: SUV en lugar de sedanes, un rugido más profundo y pilotos que empiezan a adaptarse a una nueva forma de competir.
En este contexto, Matías Rossi fue el gran protagonista del día al marcar el mejor tiempo en la preclasificación con el Toyota Corolla Cross preparado por el Toyota GAZOO Racing. Pero más allá del resultado, el Misil hasta se tomó el tiempo de explicarle a Automundo con suma precisión qué significa manejar estos nuevos autos.
EFECTO SUELO Y AERODINÁMICA: UN SUV QUE SE PEGA AL PISO

“¡Sí!”, respondió Rossi cuando se le consultó si este SUV, ideado por el Dr. Ing. Gustavo Estrada y motorizado por BaseN Engineering, era un verdadero auto de carrera. Su respuesta tajante fue por el combo que caracteriza a este vehículo: un impulsor de 500 caballos, efecto suelo, suspensiones independientes y un compuesto neumático tan blando que es dos segundos más veloz que el usado hasta el año pasado.
Para quienes pensaban que un SUV no podía lucirse en un circuito, el múltiple campeón lo desmintió con hechos y sensaciones: “Tiene mucha carga el auto, se nota. Es una buena combinación entre performance y estética. Cuando uno pensaba en un SUV de carrera era raro, pero el auto quedó lindo y el piloto lo siente, sobre todo en las curvas rápidas”.
Rossi fue claro al explicar lo que más lo entusiasma de manejar este SUV: la frenada a alta velocidad. “En Buenos Aires, durante las pruebas comunitarias, eso se notó más porque giramos en un circuito veloz. Pero aquí en Oberá, que es más trabado, se siente. Pero en las curvas rápidas el auto va muy bien”, explica.
En pistas veloces estos SUV prometen entregar un espectáculo aún mayor. Rossi remarcó que en lo lento el comportamiento es similar al de los sedanes anteriores, pero la diferencia clave aparece en los tramos rápidos, donde se nota la eficiencia del chasis y la aerodinámica.
LA VENTAJA DE LA SUSPENSIÓN INDEPENDIENTE
Uno de los cambios más valorados por el piloto del Toyota GAZOO Racing es el nuevo diseño de suspensión: “Ahora el auto viene siempre apoyado. Antes, con el eje trasero rígido, se ponía en tres ruedas. Ahora están las cuatro ruedas más apoyadas, y eso se siente. Tenemos mucho para trabajar y mejorar técnicamente con esta configuración nueva”.
Este detalle no solo cambia el comportamiento del auto, también permite que los ingenieros y pilotos tengan más margen para ajustar la puesta a punto y explotar el potencial del conjunto.
SONIDO Y SENSACIONES: LA EMOCIÓN DE VOLVER A DISFRUTAR

Por último, Matías se detuvo en otro detalle relevante y que es clave en la experiencia del piloto y del público: el sonido del motor. “Es una sensación linda. Cada vez que lo acelerás y llega a altas RPM el sonido es bárbaro. Se disfruta durante toda la vuelta”.
Ese estruendo que se percibe desde las tribunas también se vive en la butaca, y Rossi lo celebra. Son esas pequeñas cosas las que, sumadas a la técnica, hacen que este TC2000 no solo sea una evolución en lo reglamentario, sino también en lo emocional.
EL NUEVO DESAFÍO DEL TC2000
La temporada 2025 no solo representa una renovación visual para el TC2000: es un cambio conceptual que acerca a la categoría al mercado real, con SUVs como el Corolla Cross, Honda ZR-V, VW Nivus y Chevrolet Tracker en pista.
Pero también plantea un desafío técnico de alto nivel para equipos y pilotos. En ese contexto, Matías Rossi dejó claro que esta nueva era no es un simple maquillaje. Es una transformación profunda que redefine cómo se corre, cómo se mira y cómo se vive el TC2000. Y en Oberá, esa historia ya comenzó.