La serie Drive to Survive de Netflix ha ayudado a la Fórmula 1 a atraer nuevas audiencias, principalmente en Estados Unidos, un mercado que siempre le fue difícil a la máxima categoría. La producción se estrenó en 2019 y ya lleva cuatro temporadas.
Pero no todo es color de rosa. El exceso de dramatización de las historias ha provocado que algunos fanáticos y hasta pilotos, como el campeón Max Verstappen, le dieran la espalda.
“Fingen rivalidades que en realidad no existen. Decidí no ser parte de eso y no concedí más entrevistas…. Entonces no hay nada que puedas mostrar”, explicó el piloto de Red Bull, que no aparece en la Season 4.
Por este motivo los responsables de la Fórmula 1 decidieron hablar con los productores ya que sienten que al querer buscarle un atractivo a la serie se retratan a los protagonistas como no son realmente.
“No hay duda de que el proyecto de Netflix ha tenido un efecto muy exitoso. Para despertar el interés de una nueva audiencia se han dramatizados las historias… Un conductor que se niega a participar porque siente que no está siendo representado de la manera correcta no es algo constructivo…”, afirmó Stefano Domenicali, CEO de la F.1.
“Hablaremos con Netflix porque es necesario que la historia no se aleje de la realidad, sino ya no encaja. Es un tema que abordaremos junto con los pilotos. Tenemos que asegurarnos de que un proyecto que ha generado una tracción tan excepcional tenga un lenguaje que siga atrayendo, pero sin distorsionar la imagen y el significado del deporte con el que vivimos todos los días”, culminó.