A partir de la temporada 2019, los fanáticos podrán ver a los autos de la Fórmula 1 entregando todo su potencial durante las carreras. ¿El motivo? El Grupo de Estrategia y la Comisión de la categoría confirmaron que se aumentará el límite de combustible y en consecuencia los pilotos no tendrán la necesidad de levantar el pie del acelerador para ahorrar carburante.
El acuerdo alcanzado permitirá incrementar la cantidad de combustible en las carreras, el cual pasará de 105 a 110 kilogramos con el objetivo de usar el motor “a máxima potencia” y en “todo momento”.
Además, se decidió separar el peso mínimo del coche del piloto y se exigirá a todos los competidores el uso de guantes biométricos para “aumentar la seguridad” y “facilitar el rescate del coche médico”.
La reunión en la que estuvieron presentes Jean Todt, el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA); y Chase Carey, CEO de la F-1, también sirvió para ampliar el debate sobre los posibles cambios aerodinámicos para el próximo torneo. Las partes confían en poder alcanzar un acuerdo a finales de este mes, una vez que termine el informe que está llevando a cabo la FIA en colaboración con las escuderías.
Por otra parte, el ente rector presentó su propuesta para las regulaciones de la unidad de potencia a partir de 2021. La idea es continuar utilizando los acuales motores 1.6 litros V6 turbo híbridos, aunque eliminado el sistema de recuperación de energía del escape llamado MGU-H.
Dicho dispositivo, complejo y costoso en cueato a su desarrollo, está conectado al turbocompresor del impulsor y convierte la energía térmica de los gases del escape en energía eléctrica que propulsa al monoplaza.
“Ahora habrá una reunión con los fabricantes de las unidades de potencia actuales y potenciales para debatir otros detalles con miras a concluir las regulaciones a fines de mayo”, afirmó una fuente de la FIA
