El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) sufrió un “leve mareo” y tuvo que ser examinado por un médico tras el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1. El actual campeón del mundo cree que se puede deber a los efectos que le dejó el coronavirus.
“Lewis Hamilton está en estos momentos viendo al médico del equipo tras sufrir fatiga mareos leves”, señaló Mercedes en su cuenta oficial de Twitter después de que el siete veces campeón del mundo abandonase prematuramente la celebración en el podio y no acudiese a sus comparecencias ante los medios.
Posteriormente, el de Stevenage, segundo en Hungaroring tras la reclasificación del alemán Sebastian Vettel (Aston Martin), sí pudo comparecer en la rueda de prensa oficial tras la carrera, donde confirmó que estaba “bien” y que todo podía ser producto del coronavirus que sufrió el año pasado.
“Me mareé en el podio y veía un poco borroso”, confesó Hamilton. “He estado luchando todo el año para mantenerme sano después de lo que me sucedió a finales del año pasado y todavía es una batalla”, añadió el británico en referencia al COVID-19, que lo obligó a faltar en un GP.
El líder del Mundial reconoció que no ha hablado “con nadie” sobre estos posibles efectos posteriores del virus. “Creo que se está prolongando, recuerdo los efectos de cuando lo tuve y el entrenamiento ha sido diferente desde entonces”, apuntó.
“Los niveles de fatiga son diferentes y es un verdadero reto. Sigo tratando de entrenar y de prepararme de la mejor manera que puedo. Quién sabe lo que pudo ser hoy, tal vez la hidratación, no lo sé. Tuve algo similar en Silverstone, pero esto fue mucho peor”, sentenció Hamilton.