- A cien años de la primera aventura argentina a las 500 Millas de Indianápolis
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Antes de que Europa se convirtiera en la meca del automovilismo para los pilotos argentinos, en parte por la fama que consiguió la Fórmula 1 a partir de 1950 gracias a los éxitos de Juan Manuel Fangio, la mayoría posaba sus ojos en Estados Unidos. ¿El objetivo? Correr las 500 Millas de Indianápolis, competencia que inició su historia en 1911 y que rápidamente cautivó a los amantes de la velocidad.
La primera experiencia argentina en el óvalo del Indianápolis Motor Speedway ocurrió en 1923. Martín de Álzaga Unzué, un acaudalado playboy amante de los autos de carrera y pionero del deporte motor en el país, financió la participación de un equipo de tres autos.
El magnate argentino cerró trato con Ettore Bugatti, que le preparó tres Type 30. A Macoco Álzaga Unzué se unieron Raúl Riganti, otro exponente de la época, y el español Pierre de Vizcaya.
Pese a las promesas de Bugatti, los autos estaban desastrosamente preparados y eso lo vivieron en carne propia los argentinos. Aunque Álzaga Unzué clasificó cuarto entre 46 participantes, ninguno de los tres Type 30 llegó al final.
Macoco desertó en la sexta vuelta por la rotura de una biela, mientras que en el 19° giro fue el turno de Riganti por una falla en la bomba de combustible. Vizcaya fue el que más vueltas completo: 165 de las 200 pactadas ya que el impulsor se rompió y lo dejó de a pié.
Nueve años más tarde, en 1932, Juan Antonio Gaudino se tentó con el óvalo estadounidense. El ex ciclista y motociclista empeñó 54 medallas para financiar su participación, aunque luego las perdió porque se equivocó en la fecha de retiro.
Gaudino clasificó 36° con un Chrysler que le jugó una mala pasada en la carrera. Uno de los tanques de combustible se dañó y eso provocó un incendio durante la 71ª vuelta. Además de abandonar, las quemaduras que recibió en una de sus piernas fueron determinantes para que su esposa le impidiera volver a Indianápolis. Al menos para correr…
Es que en 1933, Gaudino se sumó como piloto suplente al equipo de Riganti, quien tardó diez años en tomarse revancha de aquella incursión junto a Álzaga Unzué. Esta vez Polenta no tuvo inconvenientes. Largó 27° y en una carrera prolija, más allá de las vicisitudes propias de una competencia tan exigente, se las arregló para terminar 14° a 173 km/h de un promedio. ¿Qué pasó con Gaudino? No corrió, pero se dio el gusto de dar 64 vueltas durante la tanda cronometrada.
Riganti volvió al Indianápolis en 1940, ya en el ocaso de su campaña deportiva. A través de una colecta pública logró el dinero para comprar una Maserati 8CL. Clasificó 24°, pero durante la 24ª vuelta de la competencia se fue de pista en la segunda curva y destruyó totalmente el vehículo. Esa, en definitiva, fue la última vez que un argentino corrió las Indy 500.
Años más tarde, en 1953, Jorge Daponte tuvo la intención de correr con el equipo Johnson, pero no pasó la clasificación. En 1958 fue el turno del mismísimo Fangio, que tampoco lo consiguió debido a la pobre peformance del auto que le había conseguido el empresario Floyd Clymer. Esta participación del Chueco, que se retiró ese mismo año de la competición, había sido para cumplir con una apuesta del propio Clymer, que dudaba del talento del balcarceño.
En 1970 intentó correr Carlos Pairetti. El proyecto fue solventado por Alejandro Romay, entonces dueño de Canal 9. La idea era transmitir la carrera de aquel año por la pantalla del 9 con un argentino en la grilla.
Pairetti consiguió un Shrike-Offenhauser de 1966, pero los años le habían pasado factura a la máquina. Con 30 km/h de velocidad menos que los rivales, Pairetti se quedó fuera de la carrera.
Ahora con Agustín Canapino y el Juncos Hollinger Racing, la esperanza de tener a un argentino nuevamente en la mítica prueba vuelve a tomar forma. Aunque primero deberá pasar la clasificación en la que solo un auto de los 34 inscriptos para la 107ª edición que se realizará el último domingo de mayo quedará fuera…
LOS ARGENTINOS QUE CORRIERON LAS 500 MILLAS DE INDIANÁPOLIS
AÑO | PILOTO | AUTO | LARGÓ | LLEGÓ |
1923 | Martín de Álzaga Unzué | Bugatti | 4° | Abandonó |
1923 | Raúl Riganti | Bugatti | 23° | Abandonó |
1932 | Juan Antonio Gaudino | Chrysler | 36° | Abandonó |
1933 | Raúl Riganti | Chrysler | 27° | 14° |
1940 | Raúl Riganti | Alfa Romeo | 24° | Abandonó |