
Cuando Carlos Sainz levanta el pie del acelerador suele ser por estrategia, nunca por miedo. Y hoy, el Matador volvió a demostrar que su sentido de la responsabilidad pesa más que la ambición, al anunciar oficialmente que no se presentará como candidato a la presidencia de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en las elecciones de este año.
“Las circunstancias actuales no son las ideales”, sentenció el bicampeón mundial de rallies y múltiple ganador del Rally Dakar en una carta abierta que difundió a través de sus redes sociales, poniendo fin a meses de especulaciones sobre su salto a la política deportiva global.
UN PROYECTO QUE ILUSIONABA… Y PREOCUPABA
La sola posibilidad de que Sainz tomara las riendas de la FIA había sacudido el ambiente del automovilismo internacional. No era un rumor al pasar. El propio madrileño, de 62 años, había trabajado “intensamente” en los últimos meses para comprender a fondo la compleja estructura interna del organismo, que regula desde la Fórmula 1 hasta el karting, pasando por el rally, el WEC y la movilidad global.
En su entorno, el proyecto se gestaba con seriedad. Sainz había iniciado discretas conversaciones con figuras clave del paddock, equipos y dirigentes regionales, tanteando apoyos y detectando resistencias. El recuerdo de su perfil combativo, su credibilidad forjada en la tierra, la nieve y las dunas, y su cercanía con pilotos y equipos generaba tanto entusiasmo como recelo.
Para muchos, su candidatura representaba un guiño al regreso de los “hombres de carreras” al poder, en contraste con los perfiles más burocráticos o empresariales que dominaron en los últimos ciclos de la FIA. Pero, como todo en la política, los tiempos y los equilibrios de poder resultan tan decisivos como la trayectoria personal.
EL DAKAR Y FORD, UNA PRIORIDAD INNEGOCIABLE

En su carta, Sainz fue claro y honesto. Postularse con garantías, afirmó, le hubiera exigido un nivel de compromiso “que comprometería notablemente” su preparación para el próximo Rally Dakar y, en consecuencia, su relación con Ford y su equipo. “No quiero debilitar mi compromiso”, afirmó, en una frase que define su ética deportiva.
La elección era tan pragmática como personal: jugarse el pellejo en las dunas o batallar en los pasillos de la FIA. Y Sainz, fiel a su estilo, eligió seguir haciendo lo que mejor sabe: correr y ganar.
UN MENSAJE CON SABOR A FUTURO
Aunque baja la persiana a su candidatura, Sainz no descarta regresar al tablero político del automovilismo en el futuro. “Mi pasión por servir y liderar en el mundo del automovilismo no ha cambiado”, escribió, dejando abierta la puerta para otro intento, quizás en un contexto menos turbulento y con el terreno más allanado.
Además, dejó claro su diagnóstico sobre la FIA: “La organización necesita cambios importantes”, una frase cargada de intención que sugiere que, si no es él, alguien deberá tomar la posta para modernizar y reformar el organismo.
UN SILLÓN EN DISPUTA Y TIEMPOS INCIERTOS

La renuncia de Sainz a la contienda reconfigura el mapa de poder en la FIA. Con Mohammed Ben Sulayem envuelto en polémicas internas, cuestionamientos por su estilo de conducción y la presión constante de los grandes actores de la Fórmula 1, la próxima elección se anticipa como un capítulo determinante para el futuro del automovilismo global.
Sin el carisma y el consenso potencial que representaba el Matador, el escenario queda abierto a nombres menos mediáticos, siendo esto una gran ventaja que el ex piloto emiratí sabrá aprovechar para mantenerse en el cargo por un nuevo mandato.
Lo que queda claro es que el automovilismo, como las etapas del Dakar, atraviesa un terreno complicado, donde la navegación política será tan importante como la velocidad.
Carlos Sainz eligió no largar en esta carrera, pero el tiempo dirá si decide volver a alinear su nombre en la grilla política del deporte motor. Por ahora, seguirá haciendo lo que lo llevó a ser leyenda: acelerar en el desierto, soñar con la victoria y demostrar que, incluso cuando levanta el pie, sigue teniendo el control del volante.
LA CARTA DE CARLOS SAINZ
A través de este mensaje me gustaría confirmar públicamente que finalmente he decidido no presentarme a la presidencia de la FIA en las elecciones de este año.
He trabajado intensamente estos últimos meses para comprender a fondo la situación de la FIA y las exigencias y complejidades que conlleva un proyecto tan importante. Tras una profunda reflexión, he llegado a la conclusión de que las circunstancias actuales no son la ideales para sentar las bases de mi candidatura.
Adicionalmente para presentarme con garantías a la presidencia tendría que comprometer notablemente mi preparación para el Dakar y no quiero debilitar mi compromiso con Ford y mi equipo. Por lo tanto la situación actual me lleva a ser realista y a desistir de mi proyecto con la FIA por el momento.
Pese a no continuar en esta carrera, mi pasión por servir y liderar en el mundo del automovilismo no ha cambiado y sigo creyendo que la organización necesita cambios importantes, que espero sinceramente se aborden en los próximos años. Tanto las carreras como la movilidad han sido y continúan siendo mi vida y seguiré de cerca y con gran interés los acontecimientos futuros. Siempre apoyaré mi deporte e intentaré contribuir en todo lo posible para mejorar la movilidad de los usuarios de la vía pública en todo el mundo.
Por último quiero sinceramente agradecer cada uno de los mensajes de apoyo, ánimo y consejos que he recibido durante las últimas semanas. Han reforzado mi confianza para seguir luchando por mis metas presentes y futuras y esto verdaderamente agradecido. Gracias.