Las carreras de autos son una batalla de egos sobre ruedas. Pilotos con hambre de gloria, equipos que transpiran estrategia y un público que se alimenta del drama. Ahora bien, ¿qué pasa cuando la guerra no es contra el rival de siempre, sino contra tu propio compañero de equipo? Eso fue exactamente lo que sucedió entre Agustín Canapino y Valentín Aguirre en la primera serie del Turismo Carretera en Neuquén. Un encontronazo que sacudió al Canning Motorsport y dejó consecuencias dentro y fuera de la pista.
LA TENSIÓN ESTALLA EN CENTENARIO
Si seguiste la acción en Neuquén, sabés que la primera serie prometía una batalla intensa entre Canapino y Aguirre, dos pesos pesados del TC. Agustín largó adelante, pero Valentín tuvo mejor tracción y no dudó en intentar el sobrepaso. Lo que vino después fue una secuencia de cuatro toques, un duelo en el que pareció que el respeto brilló por su ausencia. Aguirre ganó la disputa, pero la felicidad le duró poco: los comisarios le ordenaron devolver la posición. Como si fuera poco, segundos después tocó a Mariano Werner, recibiendo la temida bandera negra.
Aguirre volvió al box encendido, consciente de que había pasado la línea. Pero lo peor todavía estaba por venir. En la casilla del equipo, la discusión con Canapino fue tan caliente como un motor sobrecalentado en plena carrera. Walter Pérez y Gustavo Lema, los jefes del Canning Motorsport, miraban con gesto adusto. Y en el medio de la tormenta quedó Serafín Sarasua, el ingeniero del equipo, que intentó calmar los ánimos sin éxito. La cancelación de la carrera por un fuerte viento opacó el incidente, que horas después tuvo sus consecuencias…
EL VEREDICTO DE LA ACTC: SANCIÓN Y CITACIONES
Cuando el humo de la batalla se disipó, la Comisión Asesora y Fiscalizadora (CAF) de la Asociación Corredores Turismo Carretera tomó cartas en el asunto. Valentín Aguirre fue sancionado: a la exclusión parcial de la serie, se le sumó la obligación de largar último en la próxima que dispute. Pero eso no fue todo. La ACTC citó a los dos pilotos y al ingeniero Sarasua a declarar en la sede de Bogotá 166, en Caballito. La fecha: martes 8 de abril.
Mientras tanto, los protagonistas intentaron apagar el incendio a su manera. El martes, en Arrecifes, compartieron una tarde de mates y subieron una foto juntos con el mensaje subliminal de que todo estaba en orden. Pero, ¿realmente lo está? Las redes pueden vender paz, pero en el TC, las heridas tardan en cicatrizar.
En el automovilismo, un equipo es un ecosistema donde la armonía es clave. Lo sucedido en Neuquén deja a Canning Motorsport en una encrucijada. Por un lado, tienen a un Canapino con la autoridad que le dan sus cuatro títulos de TC y su experiencia en el automovilismo internacional. Por el otro, un Aguirre talentoso pero con tendencia a la fogosidad en pista. La interna está servida y, aunque intenten minimizarla, es un tema que los responsables del equipo deberán resolver antes de que escale aún más.
La próxima fecha en Toay, el 19 y 20 de abril, será un termómetro para medir si esta tregua es real o si estamos ante el inicio de un cisma dentro de la estrucutura. Lo que es seguro es que cada maniobra entre ellos será analizada con lupa.
