Fórmula 1

Fanatismo desmedido: El lado B del regreso de Franco Colapinto a la Fórmula 1

La vuelta de Franco a la Fórmula 1 debería haber sido un momento de celebración para los fanáticos argentinos, pero algunos seguidores cruzaron la línea al desatar un torrente de odio hacia Yuki Tsunoda en las redes sociales.

Las redes sociales son un campo de batalla, donde las pasiones se desatan sin control, alimentadas por la indiferencia y el anonimato. En esta guerra digital, muchos se sienten valientes tras una pantalla, creyendo que el odio y la agresión son formas legítimas de apoyar a sus ídolos. Y en el automovilismo, esa mentalidad ha tomado un cariz preocupante. ¿De qué hablamos cuando hablamos de fanatismo? Hoy, el regreso de Franco Colapinto a la Fórmula 1 con Alpine ha mostrado lo peor de una generación que prefiere destruir en lugar de apoyar, utilizando el odio como bandera.

Este fin de semana, el joven argentino vivió en carne propia lo que se siente ser objeto de una guerra sin sentido. Un mal entendido con Yuki Tsunoda durante la primra práctica libre en Imola, escenario del Gran Premio de Emilia Romaña, terminó por desatar una serie de comentarios destructivos en las redes sociales.

franco colapinto yuki tsunoda
Foto: francolapinto.com

Un gesto desafiante de Tsunoda hacia Colapinto fue la chispa que encendió el polvorín, pero lo que realmente importa no es lo que ocurrió en la pista ni el gesto del piloto japonés, sino la reacción que vino después: una lluvia de ataques, insultos y amenazas a Tsunoda por parte de algunos seguidores de Colapinto, que evidentemente no comprendieron el verdadero sentido de ser fanático de alguien.

Es hora de hablar claro: ese tipo de comportamiento no es fanatismo, es toxicidad. La gente que se esconde tras un teclado para lanzar amenazas y comentarios racistas no está defendiendo a Colapinto. Lo que están haciendo es destruir lo que tanto amamos: la esencia de este deporte, la camaradería y el respeto que debería existir entre todos los que compartimos la pasión por el automovilismo.

ShowHeroes

Colapinto mismo tuvo que salir a dar la cara, pidiendo con humildad a sus seguidores que se detuvieran. “Sé que son extremadamente apasionados, pero tienen que mostrar respeto”, declaró, y en esas palabras se resume todo lo que está mal con una parte de la afición. El “respeto” es la clave, y si no lo entendemos, estamos condenados a un espiral de odio que solo nos llevará más lejos de lo que hace grande a este deporte.

Lo peor no es solo la violencia verbal, sino la forma en que nos deshumaniza. Tras este episodio, Tsunoda, el piloto atacado, reconoció que bloqueó a varios seguidores de Colapinto. No porque él lo deseara, sino porque ese odio sin freno lo obligó a protegerse. Y aunque Colapinto no estaba al tanto de la magnitud del ataque, mostró la madurez de un verdadero deportista al pedir a su gente que se calmaran. Sin embargo, mientras él habla de respeto, otros prefieren quedarse callados, cómodos en su anonimato, mientras dejan caer su veneno en las plataformas.

¿Qué estamos construyendo con esto? Un ambiente insano, donde la pasión por un piloto se confunde con la destrucción del otro. ¿Qué clase de legado queremos dejar? Este no es el deporte que amamos ni el que queremos ver crecer. Si seguimos por este camino, nos vamos a perder todo lo que realmente importa. Los pilotos no están aquí para ser víctimas de una caza de brujas digital. Tsunoda no es el enemigo de Colapinto, ni Colapinto el de Tsunoda. Todos están allí para darnos espectáculo, emoción y lo más importante: para mostrarnos que el automovilismo no es solo velocidad, sino también respeto, trabajo en equipo y pasión en su forma más pura.

qué dijo franco colapinto de yuki tsunoda

Es momento de reflexionar. Si sos de los que se siente tentado a sumarse a la manada de odio, pará un segundo. Pensá antes de escribir. Tu comentario no solo afecta a un piloto, a un equipo o a un seguidor rival, sino que destruye el espíritu de una comunidad que debería unirse, no separarse. Las redes sociales son una herramienta poderosa, sí, pero también peligrosa cuando se usa con la intención de destruir, no de construir. No dejemos que la toxicidad se apodere de lo que más amamos.

El automovilismo es un deporte de elite, y como tal, exige respeto, inteligencia y sobre todo, responsabilidad. Si de verdad querés apoyar a tu piloto, hazlo con dignidad. No con odio. No con agresión. Los verdaderos fanáticos son los que saben, cuando el motor se apaga y las luces se apagan, que todos compartimos el mismo amor por la velocidad.

Diego Durruty

Soy un periodista con más de 30 años en el ruedo. Arranqué en revistas como CORSA, El Gráfico, Coequipier y SóloTC, pero también me aventuré en el mundo digital en SportsYa!, e-driver.com y kmcero.com. Si eso no te sorprende, también me escuchaste en las radios Rock&Pop y Vorterix.com. Ah, y no puedo olvidar mis coberturas del rally Dakar para la agencia alemana dpa. Hoy en día escribo en Automundo.com.ar y para que no se me escape nada, también conduzco el magazine Dos Tipos Audaces (Spotify, YouTube y Campeones Radio). ¡No hay quién me pare, amigo!

Artículos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ads
Volver al botón superior

Adblock detectado

Los anuncios financian nuestro contenido. Considere apoyarnos mediante la inclusión de Automundo en la lista blanca. Solo toma un segundo, es fácil de hacer y no le costará nada. Apreciaríamos su apoyo y gracias por su visita.