El conflicto entre el Automóvil Club Argentino (ACA) y la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) sigue sumando episodios y esta vez apunta al Turismo Nacional, categoría que se presenta este fin de semana en el Autódromo de Buenos Aires.
En un comunicado emitido este viernes, el ACA le prohibió a la Asociación Pilotos Automóviles Turismo (APAT) el uso de la marca “Turismo Nacional”. La entidad informó que dicha denominación está registrada como marca, lo que le otorga exclusividad en su utilización; y que APAT fue notificada de una medida cautelar dictada por el Juzgado Nacional Civil y Comercial Federal N° 2.
“Solo un campeonato fiscalizado por el ACA y con su expresa autorización podrá utiliza la denominación Turismo Nacional, siendo ese el único campeonato argentino de la especialidad”, afirmó la entidad que tiene el poder deportivo en la Argentina otorgado por la Federación Internacional del Automóvil.
Este anuncio se enmarca en la larga disputa que el ACA mantiene con la ACTC por el poder deportivo nacional. Recordemos que, desde fines del año pasado, la ACTC aceptó fiscalizar al TN, categoría que previamente estaba bajo la órbita del ACA. La medida generó tensiones entre ambas entidades, especialmente porque la trascendencia del Turismo, una categoría que tradicionalmente ha sido fiscalizada por el Automóvil Club.
La decisión del ACA de defender la propiedad de la marca parece buscar reforzar su control sobre el automovilismo argentino, mientras que la ACTC sigue consolidando su poder al ampliar su presencia en diversas categorías. El conflicto, que va camino a cumplir un año, parece no encontrar una solución cercana, y cada nuevo movimiento de ambas partes no hace más que profundizar la fractura en el deporte motor argentino.
Con esta prohibición, el ACA muestra su intención de proteger el legado y el reconocimiento de la categoría, argumentando que el uso indebido de la denominación por parte de la APAT podría confundir a los aficionados y desvalorizar la marca registrada.
Este nuevo capítulo en la disputa plantea interrogantes sobre el futuro del campeonato organizado por APAT y el alcance del poder de ambas instituciones en el automovilismo argentino. Mientras tanto, los pilotos, equipos y seguidores de este deporte permanecen en el medio de una batalla de poder que parece estar lejos de terminar.