En el Salón de Tokio de 2019 una de las atracciones en el stand de Toyota fue el Ultra-compact BEV. Este concept car equipado con mecánica eléctrica le hacía honor a la tradición nipona de los kei cars, autos que cumplen con ciertas normativas de dimensiones y mecánicas que les permite descontar numerosos impuestos. Tras el éxito alcanzado en la muestra, la empresa decidió llevarlo a producción bajo el nombre de Toyota C+pod.
Sus medidas son muy similares a las de un smart ForTwo EQ. Tiene 2.49 metros de largo, 1.29 metros de ancho y 1.55 metros de alto. Mientras que la distancia entre los ejes es de 1.78 metros. Con un radio de giro de apenas 3.9 metros, ofrece un habitáculo para dos personas y deja algo de espacio para mochilas por detrás de los asientos.
Toda la carrocería está fabricada en plásticos reforzados, lo que le permite marcar en la balanza apenas 690 kilos. Gracias a su bajo peso el tren motriz no requiere ser muy potente.
El motor eléctrico es de escasos 9.2 kilowatts (12.5 CV) y 56 Nm de par. Se alimenta de una batería de iones de litio de 9.06 kWh de capacidad. Su autonomía es de 150 kilómetros y la velocidad máxima de 60 km/h.
En cuanto a equipamiento, incluye luces LED adelante y atrás, interior bicolor, sistema de seguridad precolisión (detección de objetos y peatones), sensores delanteros y traseros, freno de emergencia y airbags frontales, entre otros.
El Toyota C+pod, que comenzará a comercializarse en 2021, tendrá un valor de 16.000 dólares. Por el momento no estará disponible a la venta masiva. En una primera fase sólo se ofrecerá a instituciones gubernamentales y empresas que buscan alternativas de nueva movilidad.