El Rally de Finlandia, una de las citas más esperadas del Mundial de Rally (WRC), se prepara para dar un paso innovador en la seguridad y la estrategia de la competición. Por primera vez en su historia, el evento finlandés incorporará las chicanas virtuales, una tecnología destinada a cambiar el modo en que los pilotos enfrentan tramos rápidos y desafiantes.
Las chicanas, obstáculos diseñados para reducir la velocidad de los vehículos en tramos críticos, han sido parte fundamental del rally desde hace décadas. Tradicionalmente, estas se construyen con fardos de paja o materiales similares que los coches deben atravesar, lo que a veces puede resultar en daños a los vehículos y requiere un constante mantenimiento.
Con el objetivo de superar estas limitaciones, el Rally de Finlandia implementará chicanas virtuales durante el shakedown y en el icónico tramo de Ouninpohja (TC13/TC16), conocido por ser uno de los más veloces del campeonato. Esta innovadora solución promete redefinir la estrategia de los equipos y la dinámica de la competencia.
¿CÓMO FUNCIONAN LAS CHICANAS VIRTUALES?
En lugar de los obstáculos físicos, las chicanas virtuales utilizan tecnología avanzada para gestionar la reducción de velocidad. Las señales ubicadas a 300, 200 y 100 metros antes de la chicana virtual avisarán a los pilotos del inicio de la zona controlada. Además, los coches estarán equipados con una unidad de seguimiento que monitorizará la velocidad y ofrecerá una visualización clara en el habitáculo del piloto.
El tramo controlado tendrá una extensión de 200 metros en el que el coche debe reducir su velocidad a un mínimo de 60 km/h. La unidad de seguimiento mostrará en verde cuando se alcance la velocidad deseada. Si el piloto no consigue reducir la velocidad a tiempo, se aplicará una penalización de dos segundos por cada km/h excedido sobre el límite, lo que se sumará al tiempo final del tramo. Por ejemplo, si un coche reduce la velocidad a 63 km/h en lugar de 60 km/h, la penalización será de seis segundos.
ESTRATEGIA Y ADAPTACIÓN
La introducción de las chicanas virtuales no solo representa un avance en términos de seguridad, sino que también añade un nuevo elemento estratégico para los equipos. Los pilotos deberán planificar meticulosamente cómo y cuándo reducir la velocidad dentro del tramo de 200 metros, lo que permitirá una mayor flexibilidad en la gestión de la velocidad. Esta adaptación puede significar la diferencia entre una posición en el podio y una caída en la clasificación final.
La aplicación de esta tecnología también permitirá una mayor eficiencia en la organización del rally, eliminando la necesidad de colocar y recolocar obstáculos físicos y reduciendo el riesgo de daños a los vehículos.