El mundo del diseño automotriz y la industria del motor están de luto. A los 85 años falleció Marcello Gandini, una de las mentes creativas más brillantes y prolíficas. Su partida no solo ha conmovido a la comunidad industrial automotriz, sino que también ha tocado el corazón de millones de fanáticos que crecieron admirando las obras maestras que diseñó a lo largo de su ilustre trayectoria.
Hace solo unos meses, el Politécnico de Turín otorgó a Gandini una merecida licenciatura Honoris Causa en Ingeniería Mecánica. Durante la ceremonia, el diseñador compartió una conmovedora anécdota que revela su verdadera pasión por los automóviles: “Mi padre deseaba que me convirtiera en pianista, siguiendo sus pasos como director de orquesta. Sin embargo, fue al subirme al Lamborghini Miura que descubrió mi verdadera afinidad: las melodías de los motores. A pesar de las expectativas familiares de una educación humanística y clásica, opté por seguir mi propio camino”.
Gandini no solo fue un visionario en el campo del diseño automotriz, sino que también incursionó en el diseño en general. Sin embargo, su talento excepcional lo llevó a las puertas del prestigioso estudio de Nuccio Bertone, donde se labró un nombre después de que Giorgetto Giugiaro dejara su posición para unirse a Ghia, años antes de fundar Italdesign.
Durante sus 14 años en Bertone, Gandini desafió constantemente los límites del diseño automotriz con propuestas radicales y únicas. Su objetivo era crear cada vehículo como una obra de arte independiente, aunque siempre prevalecieran las formas cuneiformes y las puertas “de tijera”, que se inmortalizaron en los emblemáticos Lamborghini de la época.
Después de su paso por Bertone, Gandini se independizó, consolidando aún más su reputación como uno de los diseñadores más influyentes de su generación. Sin embargo, su fuerte carácter y devoción por la autenticidad a menudo lo llevaron a negar su aprobación a las modernizaciones propuestas para modelos emblemáticos, como el Lamborghini Countach.
El Countach original, diseñado por Gandini, era un automóvil adelantado a su tiempo. Con su diseño futurista y revolucionario, se convirtió en un ícono de los ‘70 y ‘80, trascendiendo los límites del mundo automotriz. A pesar de que el diseño original tuvo que ser adaptado para la producción en serie, conservó su extravagancia y excentricidad, con características como sus puertas y un potente motor V12.
Entre los numerosos vehículos icónicos que llevan la firma de Gandini se destacan algunos nombres legendarios en la historia del automóvil, como el Alfa Romeo Navajo, el Ferrari Dino Coupé, el Bugatti EB110 y el Lamborghini Miura. Además, también dejó su huella en modelos como el NSU Trapeze, el Renault 5 Turbo, el Maserati Ghibli II, el Fiat X1/9, y el Audi 50.
El legado de Gandini perdurará eternamente en las páginas de la historia del diseño automotriz y en las obras maestras sobre ruedas que dejó como su legado. Su partida deja un vacío en la industria, pero su espíritu creativo seguirá impulsando la innovación y la excelencia en el diseño automotriz.
