Ford Falcon: el auto que se ganó el corazón de los argentinos

Confiabilidad, comodidad y robustez. Esos fueron los atributos que le permitieron al Ford Falcon convertirse en uno de los grandes éxitos de la industria automotriz argentina. Lanzado el 27 de enero de 1962 se produjo durante tres décadas. En ese tiempo se construyeron 494.209 unidades, siendo el segundo vehículo más fabricado del país en el Siglo XX detrás del Peugeot 504.

El proyecto para fabricar el Falcon en el país fue presentado al gobierno de Arturo Frondizi en abril de 1961. El ambicioso plan requería de un millonario desarrollo de expansión que implicaba la renovación y modernización de la planta de La Boca y la construcción de un nuevo complejo industrial en Pacheco. El programa, uno de los más grandes de Ford fuera de los Estados Unidos, fue aprobado y su ejecución comenzó inmediatamente.

LOS PRIMEROS FALCON SE PRODUJERON EN LA BOCA

Los primeros prototipos fueron armados en la planta de La Boca en septiembre de 1961, mientras que el montaje de los modelos de producción en serie comenzó el 10 de enero de 1962. La primera serie se distinguió por ser la única con un parante trasero más fino que el que traería después, mientras que mecánicamente fue equipado con el motor de 2.786 cm3 y 101 CV de potencia.

En julio de 1963, Ford comenzó a fabricar el Falcon en la planta de Pacheco con un elevado porcentaje de piezas nacionales, entre ellas el motor. Al año siguiente se sumaron las transmisiones y los diferenciales producidos localmente, como también el propulsor de 3.064 cm3.

El Falcon fue el modelo que inauguró la era de los compactos estadounidenses en Argentina, en la que también se destacaron el Chevrolet 400, el Rambler y el Valiant. A fines de 1964 se sumó la variante Futura, que se caracterizaba por las ornamentaciones y detalles cromados en la carrocería, y por incorporar butacas individuales, techo vinílico y el flamante motor de cuatro bancadas y 116 HP.

En 1966 se lanzó una nueva actualización (la primera íntegramente nacional) que fue una de las más exitosas a nivel ventas. Dos años más tarde la gama sumó una inédita versión rural con dos niveles de equipamiento: Deluxe y Futura.

La Futura se distinguía por llevar una lámina símil madera en los laterales de su carrocería y en el portón trasero, y por ser la primera en incorporar levantavidrios eléctrico en la luneta. La gran novedad mecánica se produjo a fines de 1969 con la introducción de un motor de 3.620 cm3 y 132 CV.

EL MISMO, PERO MEJOR

Un nuevo restyling se presentaría en marzo de 1970, con el eslogan “El mismo, pero mejor”. El Falcon lucía una silueta más moderna y un estilo cada vez más argentino. La gama incorporó definitivamente los motores de 3.0 y 3.6 litros, que le permitieron mantener su liderazgo en el mercado.

El Falcon fue el auto más vendido de 1971 y 1972, año en que se sumó la variante XP (Extra Power). En noviembre de 1972, diez años después de su presentación, se introdujo la línea Falcon 1973, que ofrecía los cambios más importantes desde su lanzamiento como los faros cuadrados, una nueva parrilla, capó y ópticas traseras y un rediseño completo del habitáculo.

EL FORD FALCON SPRINT

Posiblemente una de las variantes más memorables de esta serie fue la versión Sprint, que era el modelo deportivo máximo. Venía equipada con el motor 221 SP (Special Performance), el cual contaba con un carburador Holley de doble entrada y otros ajustes que aumentaban su potencia a 166 caballos.

Este modelo se basaba en la variante Futura y se distinguía por las franjas negras o blancas en el capó, laterales y entre las ópticas traseras, la parrilla negra, la salida de escape ovalada, los espejos montados en los guardabarros y la antena en el techo.

En el interior, contaba con butacas individuales con tapicería exclusiva, un panel de instrumentos más completo (que incluía un amperímetro y un medidor de presión de aceite), y un volante deportivo de tres rayos con aro forrado en cuero.

Curiosamente, los espejos retrovisores los heredó de la Chevy Serie II ya que esas piezas habían sido originalmente desarrollados para ese modelo, pero la marca del moño dorado desistió de utilizarlos.

La otra novedad fue el lanzamiento de la camioneta Ranchero, un vehículo utilitario liviano desarrollado a partir de la versión Standard, que tenía una capacidad de carga de 565 kilos.

En 1978, el Falcon tuvo una actualización estética que presentó principalmente una nueva parrilla de plástico con barras verticales, faros rectangulares y ópticas traseras más cuadradas, y manijas de puertas embutidas, heredadas del Ford Taunus.

MEJOR PARTE POR PARTE

En 1982, Ford uno de sus últimos rediseños del Falcon bajo el lema “Mejor parte por parte”, cambiando gran parte de sus componentes internos y externos. El automóvil presentó algunas características notables, como una caja de cambios automática de cuatro marchas.

Esta versión contó con un motor naftero de 2.3 litros acoplado a una caja de cambios de cuatro marchas, aunque solo estuvo en el catálogo durante un año debido a que su consumo de combustible era superior al motor de 3 litros.

En 1988, bajo la alianza con Volkswagen conocida como Autolatina, se presentó por primera vez una motorización diesel: un motor de 2.4 litros con inyección indirecta y una potencia de 70 HP. Sin embargo, su comercialización no tuvo éxito debido a problemas con el fabricante.

En 1989 se presentó la motorización Max Econo, un motor de 3.0 mejorado que buscaba un menor consumo de combustible.

Con cambios menores en 1991, el último Ford Falcon salió de la línea de producción de la planta de Pacheco el 23 de septiembre de ese año. Esta última versión fue un Falcon GL gris plata que se produjo en ocho días y se rifó entre los empleados de la planta.

UN ÉXITO TAMBIÉN EN EL TURISMO CARRETERA

A modo de promoción del modelo que era un éxito en ventas, poco después del lanzamiento Ford decidió incursionar en el Turismo Carretera. El 27 de septiembre de 1964, Rodolfo de Álzaga hizo debutar al Falcon en el TC en la Vuelta de Carlos Casares. Y fue justamente Rolo el piloto que le dio el primer triunfo con el festejo en la Vuelta del Pan de Azúcar (24/4/66) en Córdoba.

En 1970, el ACA creó la TC Fórmula A, que fue el comienzo del actual Turismo Carretera, en el que participaron modelos grandes de dos y cuatro puertas de la época, incluyendo el Falcon, Chevrolet 400, Valiant, Torino, Chevy y Dodge.

Desde 1972 hasta 1978, el equipo oficial de Ford, liderado por el José Miguel Herceg, dominó la competición con Héctor “Pirín” Gradassi (campeón en 1972, 1974, 1975 y 1976), Nasif Estéfano (1973) y Juan María Traverso (1977 y 1978).

A pesar de la retirada del equipo oficial de Ford por desavenencias con la Asociación Corredores Turismo Carretera, el Falcon continuó obteniendo victorias en la popular categoría y logró campeonatos con Jorge Martínez Boero (1982), Oscar Castellano (1989), Oscar Aventin (1991 y 1992), Walter Hernández (1993), Eduardo Ramos (1994), Juan María Traverso (1999), Omar Martínez (2004 y 2015), Juan Manuel Silva (2005), Emanuel Moriatis (2009), Mauro Giallombardo (2012), Diego Aventin (2013) y Mariano Werner (2020 y 2021), aunque en la actualidad los autos poco tienen que ver con los modelos originales.

LA PRODUCCIÓN DEL FORD FALCON EN ARGENTINA