
Franco Colapinto cerró un fin de semana cuesta arriba en el Circuit de Barcelona-Catalunya, escenario del Gran Premio de España de Fórmula 1, con una carrera que, en sus propias palabras, fue “difícil de manejar”. El piloto argentino, que largó 18° tras una falla en la transmisión durante la clasificación y la baja médica de Lance Stroll (Aston Martin), avanzó hasta el 15° lugar con un Alpine A525 que no estuvo competitivo.
“Fue una tarde decepcionante y una carrera dura. Tuvimos un mejor ritmo hoy que al inicio del fin de semana, lo cual es positivo, pero este circuito es complicado para adelantar, así que en general fue difícil de gestionar y avanzar”, explicó Colapinto al finalizar la competencia.

El trazado de Montmeló, que históricamente penaliza a quienes largan desde el fondo por sus pocas zonas de sobrepaso limpias, se mostró implacable con el joven argentino. A eso se sumó otro factor clave: el comportamiento de los neumáticos en tráfico. “Sufrían mucho por el aire sucio, lo que lo hizo aún más complicado. Esto demuestra cuán importante es la posición en pista, y sé que tengo que seguir mejorando en ese aspecto, especialmente en maximizar el potencial del auto con poco combustible”, analizó con madurez.
SIN REMONTADA POSIBLE Y CON LA MIRA PUESTA EN CANADÁ
A lo largo de la carrera, Colapinto alternó momentos de buen ritmo con la imposibilidad de acercarse a una zona de ataque real. Su Alpine no ofreció herramientas suficientes como para ejecutar una estrategia alternativa o beneficiarse de algún suceso en pista como sí ocurrió con Pierre Gasly, que terminó octavo.
Lejos de buscar excusas, Colapinto reconoció que hay aspectos de su manejo que aún debe pulir en esta etapa de adaptación a la máxima categoría. “Estoy ansioso por seguir trabajando duro con el equipo en los próximos días. Hay mucho por aprender de cara a Montreal, dentro de dos semanas”, concluyó, con la vista puesta en su cuarta carrera como titular.
FLAVIO BRIATORE, CONTUNDENTE
La evaluación desde la cúpula del equipo no fue mucho más optimista. Flavio Briatore, asesor ejecutivo de Alpine, fue directo al reconocer que el equipo atraviesa un período complejo. “Como aspecto positivo, nos llevamos puntos de Barcelona después de un fin de semana duro. Sabemos que no estamos donde queremos estar con el auto, y eso ha quedado claro en estas tres carreras consecutivas”, afirmó, en alusión a la seguidilla de Imola, Mónaco y ahora España.

Briatore valoró la gestión de Gasly y el buen timing de los estrategas durante la aparición del auto de seguridad. Sin embargo, fue claro respecto a la situación de Colapinto: “La tarde de Franco iba a ser difícil desde el inicio, largando desde el fondo, y fue una carrera decepcionante, sin el progreso que esperábamos”.
El empresario italiano cerró con una reflexión que pone en evidencia el estado general de Alpine: “Como equipo, tenemos que reagruparnos y trabajar a fondo para salir de esta situación”.
El próximo compromiso para Colapinto y Alpine será el Gran Premio de Canadá, a disputarse en dos semanas en el circuito Gilles Villeneuve. Será una nueva oportunidad para que el argentino acumule kilómetros y aprendizaje en un trazado urbano de velocidad media-alta, que históricamente ha ofrecido más oportunidades de adelantamiento y estrategias variadas.