Antes de partir del campamento del Rally Dakar en Al Ula, el qatarí Nasser Al-Attiyah tuvo una reunión de varios minutos con David Richards, propietario del equipo Prodrive. En esa charla ambas partes hablaron de un tema candente: las innumerables fallas que tuvo el Hunter del múltiple campeón dakariano.
Los inconvenientes sacaron a Nasser de la pelea por la victoria y provocaron, después de un par de días de renegar con diferentes problemas, su decisión de marcharse de la carrera pese a que había asegurado que ayudaría al francés Sébastien Loeb, su compañero de equipo, en la lucha por el triunfo.
“En un mundo perfecto estos problemas no deberían pasar, pero pasan en este tipo de carreras. Lo hemos visto también en otros pilotos, incluso aunque gastes mucho dinero, como el caso de Audi, que dos de sus coches han sufrido fallos y no están en la batalla ya. A veces esto es así. Creo que él se despertará mañana por la mañana y empezará a pensar en todo esto mejor”, aseguró Richard en un encuentro con los periodistas.
“Seb está pilotando con mucha cabeza y tiene mucha experiencia con el coche, con el equipo. Simplemente diría que lo de Nasser fue un poco de mala suerte, en realidad”, agregó el ex navegante.
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“Hay que entenderlo, es su evento. Está con todos sus amigos en su región. Todos le contactan, le piden cosas en redes sociales… es una vez al año. Sé lo que es porque hemos estado en las 24 Horas de Le Mans, tienes la oportunidad una vez al año de ganarlo. Y sé la sensación cuando va mal y es una gran decepción. Puedo empatizar con él; sé cómo se siente”, completó Richards.
Seguramente, tras la competencia habrá más reuniones entre Al-Attiyah y Richards con el objetivo de lograr una relación armoniosa ya que el qatarí es parte del equipo oficial Dacia, que gestionará Prodrive a partir del próximo Dakar.