Las fotos y el video de esta nota se realizaron con un Motorola Edge 30 Fusion.
El español Urbano Bautista es un apasionado del motor desde joven. Compitió en varias modalidades en los ’90, aunque cuando nacieron sus hijas decidió enfocarse en su papel de padre y dejó de lado su sueño de ir al famoso rally Dakar. Pero a pesar de los años, su pasión por el rally nunca se apagó y decidió cumplir su anhelo de participar en la mítica prueba, pero en su versión Dakar Classic y se propuso hacerlo con un camión.
La oportunidad de realizar su sueño llegó de manera inesperada. Hace unos años, mientras navegaba por Internet, encontró un camión que estaba preparado para hacer la Romería del Rocío (una peregrinación andaluza en honor a la Virgen del Rocío).
Cuando revisó la documentación del vehículo se dio cuenta de que se trataba del mítico Pegaso 7222, con el que su compatriota Salvador Cañellas había logrado el tercer lugar en camiones en el Dakar de 1986. Callejas también había ganado en la categoría de camiones ligeros de menos de 10 toneladas y finalizado 30° en la general global de aquel Dakar. Se trataba de una verdadera leyenda en el mundo del rally, y el hecho de que solo se fabricaron cuatro unidades lo hacía aún más valioso.
Bautista compró el camión a un precio muy asequible y empezó entonces un trabajo artesanal para restaurarlo tal y como era en 1986. Durante dos años y medio, dedicó ocho horas diarias en su empresa para acabar su obra para la aventura del Dakar. Su objetivo es acabar y ganar la nueva categoría de icónicos, y para ello cuenta con la ayuda de Christian Almansa como copiloto.
“Siempre soñé con ir al Dakar, pero no quería perderme las Navidades y Reyes junto a mis hijas. Hace unos años volví a pensar en el Dakar, pero lo veía como algo inalcanzable. Hasta que encontré este Pegaso. Fue una ganga. Lo hice todo con mis propias manos, y estar en la línea de salida del Dakar era un sueño hecho realidad. Mi objetivo es llegar al final y ganar en la categoría de icónicos”, asevera Bautista, que por lo pronto cumple con su objetivo.
La historia de Urbano Bautista es un ejemplo de cómo nunca es tarde para cumplir nuestros sueños, y cómo la pasión y dedicación pueden hacer que los imposibles se vuelvan posibles. Su participación en el Dakar Classic con uno de los camiones más icónicos de la historia de esta carrera es una muestra de ello.
LA HISTORIA DE LA MARCA PEGASO
Pegaso es una marca española de camiones, fundada en 1951 por Enasa, una empresa estatal creada para desarrollar la industria del automóvil en España. Durante su primera etapa, Pegaso se dedicó principalmente a la fabricación de camiones militares y de bomberos. Sin embargo, pronto comenzó a desarrollar modelos de camiones para uso civil.
En los ‘60 y ‘70, la compañía se expandió y se convirtió en uno de los principales fabricantes de camiones en España. Durante esta época, Pegaso lanzó varios modelos de camiones de gran éxito, como el Pegaso 3046 y el Pegaso 7222, que fue utilizado en varios rallys, incluyendo el Dakar. Estos vehículos se caracterizaron por su alta calidad y fiabilidad, lo que contribuyó a consolidar la imagen de la marca.
Sin embargo, a mediados de los ‘80, Enasa sufrió dificultades financieras y la marca Pegaso dejó de fabricar camiones en 1990, aunque mantuvo una pequeña producción de piezas y reparaciones hasta finales de esa década.
A pesar de que Pegaso ya no produce camiones, su legado sigue vivo en la historia del automóvil español y en los corazones de los aficionados a los vehículos clásicos y de competición.
PEGASO EN EL RALLY DAKAR
Pegaso tuvo una participación destacada en el rally Dakar durante los ‘80. La primera vez que un Pegaso participó en el evento fue en la sexta edición de la carrera con una unidad del modelo 3046/10, conocido popularmente como Egipcio, pilotado por Carlos del Val y Miguel Guerrero. Terminó en octava posición entre los 12 camiones que completaron la competencia.
En la edición siguiente, otra unidad del mismo modelo pilotada por el belga Cornélius Bezemer logró la posición 20 en su categoría. Sin embargo, un nuevo Pegaso 7222, conducido por del Val y con el dorsal 601 tuvo que retirarse de la prueba. Este mismo vehículo participó ese mismo año en el Rally de los Faraones, ganando la competencia.
Pero fue en 1986 cuando Pegaso tuvo su mejor participación en el Dakar, presentando cuatro unidades del modelo 7222. Cañellas logró el tercer lugar en la clasificación general, además de ganar tres etapas y venciendo en su categoría con un tiempo de 87 horas, 5 minutos y 41 segundos. La participación en 1987 fue menos destacada con un 3046/10 oficial que terminó noveno.
En 1988, Pegaso diseñó un modelo específico llamado Pegaso 7223 Proto con el objetivo de ganar, pero ninguno de los tres vehículos presentados llegaron a la meta debido a problemas de fiabilidad.
En 1989 la marca participó con el Pegaso 7227 siendo un mochilero para otros equipos, pero debido a la difícil situación económica de la marca, los vehículos fueron vendidos para desmantelar el equipo de competición.