Después del aparatoso accidente que protagonizó el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) en el Gran Premio de Gran Bretaña, ocasionado por un toque con el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), mucho se temió que el motor Honda de su vehículo hubiese quedado maltrecho. Sin embargo, la marca nipona le dio el visto bueno tras una exhaustiva revisión que realizó tras el incidente.
Con esta unidad de potencia Verstappen no tuvo problemas para entrenar y clasificar en el Gran Premio de Hungría, pero tras la tanda cronometrada se descubrió un problema que dejó a Honda preocupado por su potencial para la carrera. Para evitar cualquier sorpresa, decidió directamente cambiarlo.
“Durante los controles posteriores a la clasificación notamos algo en la unidad de potencia de de Max que podría ser una secuela del accidente de Silverstone. Por lo tanto, lo hemos cambiado por una nueva de la misma especificación. Según el reglamento, a Max se le permite partir desde su tercera posición en la parrilla sin incurrir en penalizaciones”, aclaró Honda.
Si bien esto no resulta ahora un problema, sí podría ser en el futuro. Es que se trata de la tercera unidad de potencia que usa el neerlandés en lo que va de la temporada y si debe utilizar una cuarta, algo que es probable ya que aún quedan 12 fechas, deberá penalizar y perder posiciones en la grilla.
Por eso se presume que esta será una carta en la manga que Red Bull mostrará en aquel GP que Verstappen tenga una clasificación complicada.