El Turismo Carretera vivió uno de sus momentos más controvertidos en la definición del campeonato 2024 el pasado domingo en La Plata. Mariano Werner, principal candidato al título, se vio afectado cuando un grupo de individuos arrojó papeles en la toma dinámica de su Ford Mustang, causando una falla en el motor que lo dejó fuera de la lucha por la corona. Julián Santero sacó provecho de lo sucedido con su rival y se quedó con la corona.
Christian Ledesma, campeón del TC en 2007 y actual director deportivo y piloto del Pradecon Racing, no tardó en pronunciarse sobre lo ocurrido. En un comunicado publicado en sus redes sociales, lamentó el episodio y exigió que se investigue y se responsabilice a los culpables.
“Es comprensible la frustración y la tristeza por lo ocurrido con Mariano Werner. Los eventos deportivos deben ser momentos de celebración y competencia justa, y es lamentable que la conducta inapropiada de unos pocos pueda arruinarlo para todos”, expresó Ledesma.
La cámara on board del auto de Werner captó cómo un grupo de personas arrojaba papeles que bloquearon el conducto de aire del Mustang del entrerriano. Aunque el tricampeón intentó remontar desde el fondo del pelotón, finalizó en la posición 22, insuficiente para retener el título que quedó en manos de Santero.
Ledesma destacó la necesidad de tomar medidas inmediatas para evitar que se repitan este tipo de actos en futuras competencias: “Es fundamental que se tomen medidas para identificar y responsabilizar a los culpables, asegurando así la integridad y la seguridad de los eventos futuros”.
La victoria de Santero se consolidó gracias a una temporada consistente que incluyó la obtención de la Etapa Regular, dos triunfos y varios podios. Sin embargo, el episodio que marginó a Werner de la pelea directa dejó un sabor amargo en los fanáticos y en el propio ambiente del TC.
Como prosecretario de la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC), Ledesma también sugirió implementar controles más rigurosos en las áreas de acceso a la pista para garantizar la seguridad de los pilotos y la transparencia en las competencias.
El Turismo Carretera enfrenta ahora el desafío de aprender de este episodio y reforzar sus mecanismos de control para preservar la legitimidad de su título más preciado.