Cuando un auto es nuevo, este no debería tener más ruido que el que hace el motor, suave al arrancar. Un auto con algunos años de uso puede comenzar a hacer algunos ruidos, aunque estos no deberían ser muy perceptibles. Si empiezan a aparecer, es síntoma de que algo anda mal, y es un aviso de que es necesario revisarlo y repararlo.
Hay ruidos que tu auto no debería hacer. Estos empiezan a aparecer con los años, los kilómetros recorridos, y fundamentalmente por realizar maniobras inadecuadas repetidas veces. Si algo no funciona como debería, el vehículo comenzará a hacerlo notar a través de ruidos, los cuales no deben ser ignorados. Detectar la falla a tiempo ahorrará a su propietario muchos pesos y dolores de cabeza.
Cada vehículo debe estar asegurado y se debe procurar contar con un seguro de autos que disponga de una buena cobertura mecánica. Esta protección será muy útil cuando el vehículo comience a demostrar cualquier falla, para que pueda ser correctamente revisado y reparado de ser necesario. A través de sitios como www.comparaencasa.com se puede cotizar online y comparar entre las mejores aseguradoras del país, para elegir coberturas completas a precios muy competitivos.
¿RUIDOS PERMANENTES O EVENTUALES?
Cada conductor conoce a su vehículo y notará cuando el auto empiece a hacer ruidos extraños. Estos son avisos de que hay que hacer una visita al mecánico. Para prestar atención a si un vehículo tiene alguna falla, es necesario revisar cuáles son los ruidos más comunes en el auto:
- Ruido al frenar: puede pasar que al pisar el freno se escuche un ruido que va en aumento. Esto es índice de que las pastillas de freno están desgastadas y están dañando el disco. Un conductor lo notará ya que por lo general se siente como un chillido o silbido, y esta es la advertencia de que el auto necesita ir al taller para realizar un cambio de pastillas.
- Ruido en el encendido: si al encender el motor se escucha un ruido extraño, esto puede deberse a que la correa esté gastada o se haya movido. También puede ser el compresor del aire acondicionado o la bomba de agua. No se debe dejar que ese ruido se vuelva muy grave, ya que esto afectará al motor directamente.
- Ruido en el volante: cuando se escucha ruido al girar el volante, es probable que la correa de la bomba hidráulica esté patinando, o que el nivel de aceite esté bajo. Esto se puede solucionar sólo revisando dichos elementos. De igual manera, si se siente una especie de ´traqueteo´ al girar la dirección, es posible que se haya desgastado la unión de los ejes.
- Ruido en el andar: si al conducir se empieza a escuchar un ruido que va en aumento cuando se eleva la velocidad, el daño puede estar en los rodamientos desgastados. Lo ideal es revisarlos a tiempo para que ello no afecte a otras piezas y sus funciones.
- Ruido de golpes: si al agarrar un bache o una lomada no señalizada se escucha un golpe, puede estar dañado el sistema de suspensión. Este problema se debe solucionar cuanto antes porque se compromete la seguridad del vehículo. Según el tipo de ruido, se sabrá si la falla es de los amortiguadores, la barra estabilizadora o algún otro elemento.
- Ruido en el motor: suele ser el más preocupante, ya que pueden ser varios los elementos involucrados. Puede pasar que se necesite calibrar las válvulas, que la correa esté dañada, que se trate del cigüeñal, por desgaste o falta de presión de aceite, entre tantos otros. Esto será notable cuando se acelere de a poco el vehículo, y si el ruido permanece es momento de llevarlo al taller.
¿QUÉ HACER SI SE ROMPE UN NEUMÁTICO?
Aunque no suele ser algo común, este es uno de los ruidos más peligrosos que se pueden escuchar mientras se está conduciendo. Hay diversos factores que pueden afectar a las cubiertas, sobre todo cuando se conduce a alta velocidad y se combina esto con el calor del asfalto y la falta de mantenimiento de las ruedas.
El desgaste, la falta de rotación o algún objeto en el camino pueden provocar que un neumático reviente.
Lo ideal es hacer una revisión completa antes de salir de viaje, ya que en la mayoría de los casos los neumáticos se revientan por un mal cuidado, por el desgaste, o por desequilibrio en la presión del aire. La rotación de neumáticos es algo que se debe realizar con cierta frecuencia.
La presión es uno de los principales motivos que llevan a que un neumático reviente, en especial cuando la presión es más baja de lo que debería. Esto se debe a que cuando las ruedas están desinfladas se calientan mucho más rápido. A veces ocurre que, andando en ruta, a la falta de presión se suma la alta velocidad o la sobrecarga del vehículo, lo que puede resultar en un neumático reventado. Esto implica un enorme riesgo para la conducción y para otros vehículos, pudiendo provocar graves accidentes.
No se debe olvidar revisar la presión de los neumáticos al menos una vez al mes y siempre antes de realizar un viaje.
EL EXCESO DE VELOCIDAD DAÑA A LOS NEUMÁTICOS
El exceso de velocidad es otro de los factores que pueden provocar que un neumático reviente. Es importante tener en cuenta el promedio entre el índice de carga y el código de velocidad, que se encuentran impresos en los neumáticos. Estas cifran funcionan como indicadores de cuál es el peso máximo que puede resistir ese neumático en ese eje. Por lo tanto, si se viaja con una carga superior a la recomendada, lo mejor será que se reduzca la velocidad, para así evitar riesgos de accidentes.
No obstante, en casi la totalidad de los casos, cuando un neumático revienta el motivo es porque se encuentra en mal estado, ya sea por falta de uso, por falta de mantenimiento, o porque hace mucho tiempo no se rota o se cambia.
Si los neumáticos han tenido roses con el cordón o pequeños golpes, pueden ir acumulando bultos en las ruedas, que a veces no se perciben, y sólo serán identificados si se hace la revisión correspondiente en un taller especializado. Esto es sumamente importante para prevenir cualquier tipo de accidente.
Por último, otro caso menos frecuente pero que suele ocurrir, es que el neumático esté defectuoso. Ya sea por falla de fábrica o por haber comprado un neumático usado, puede pasar que reviente sin haberle aplicado ninguna fuerza extraña. Lo recomendable es no comprar neumáticos usados.
En conclusión, prestando atención a los ruidos que hace el auto y realizando un mantenimiento frecuente, se prolongará la vida útil del vehículo mientras se aporta a la seguridad vial.
Débora Brizuela/Comparaencasa