
Rolls-Royce Phantom Centenary Private Collection: Un siglo de lujo en 25 autos
La marca británica celebra los 100 años del Phantom con una edición que mezcla artesanía, historia y precisión extrema.
Cuando en 1925 Charles Rolls y Henry Royce presentaron el primer Phantom, no imaginaban que estaban fundando una dinastía. Cien años después, Rolls-Royce celebra ese linaje con la Rolls-Royce Phantom Centenary Private Collection, una serie limitada a Rolls-Royce que resume su legado en una sola frase: perfección sin concesiones.
UN SIGLO DE EVOLUCIÓN SILENCIOSA
Desde su debut, el Phantom fue más que un automóvil. Representó el punto donde el lujo dejó de ser ostentación para convertirse en disciplina. Cada generación reflejó su tiempo sin ceder a las modas. El modelo que en los años veinte acompañó a la realeza británica es hoy un manifiesto de continuidad técnica y estética.

En esta edición centenaria, la marca británica no buscó modernizar el pasado, sino narrarlo. “Es la colección más compleja y ambiciosa en la historia de la marca”, explican desde Rolls-Royce tras dedicarle más de 40.000 horas a su desarrollo.
EL ORO COMO HILO CONDUCTOR
El exterior combina blanco ártico y negro profundo, tonos clásicos en la historia del Phantom, con un acabado perlado logrado mediante partículas de vidrio iridiscentes.
En el capó, el célebre Espíritu del Éxtasis se presenta en oro macizo de 18 quilates, acompañado por cuatro insignias con baño de oro de 24 quilates y esmalte blanco. Todo, desde las llantas de disco con 25 líneas grabadas hasta el dial central, está diseñado como un símbolo conmemorativo.

Para el interior, Rolls-Royce creó un espacio que actúa como archivo visual de su historia, con tapizados de tela y tres capas superpuestas de arte textil que representan los grandes momentos del Phantom.
La primera capa, impresa en alta resolución, muestra los orígenes en Conduit Street, Londres. La segunda reproduce los modelos históricos de cada generación. La tercera, bordada con más de 160.000 puntadas, retrata de forma abstracta a siete propietarios emblemáticos.
LA ARTESANÍA COMO ARGUMENTO
El tratamiento de la madera marca un nuevo punto técnico para la marca. Los paneles de las puertas combinan grabado láser, tinta tridimensional, marquetería 3D y pan de oro.

Cada diseño es único y contiene una “carretera dorada” que simboliza el viaje de un siglo de innovación. El techo Starlight, con 440.000 puntadas, representa escenas de la historia del Phantom, desde los primeros talleres hasta su actual sede en Goodwood.
El conjunto se completa con detalles como un acabado en negro piano con polvo de oro, mesas de picnic con grabados del Phantom I y del actual VIII, y el inconfundible motor V12 de 6,75 litros, que mantiene viva la tradición mecánica de la marca.
CIEN AÑOS, UNA FILOSOFÍA

El Phantom Centenary Private Collection no es una reinterpretación nostálgica, sino una afirmación del tiempo como valor de marca. Cada detalle remite a la idea de permanencia: la que mantiene al Phantom como referencia del lujo desde hace un siglo.
El precio de cada unidad es de 3,3 millones de dólares, y todas ya tienen dueño. Un dato que confirma lo que Rolls-Royce lleva un siglo demostrando: el verdadero lujo no se compra, se reserva por anticipado.