¿Puede un hombre brillar en todos los deportes? La respuesta es afirmativa y el mejor ejemplo fue Carlos Alberto Menditeguy, quien se destacó en las más diversas disciplinas como polo, tenis, esgrima, billar, pelota a paleta, golf, boxeo, fútbol, squash y el automovilismo, donde dejó su sello inconfundible.
Nacido en el seno de una familia adinerada, el bichito de la velocidad le “picó” de grande en 1950 ya que debutó ganando en una carrera de autos sport en el circuito del Torreón en Mar del Plata a los 36 años.
En 1952, dos años después de aquel acontecimiento, Charly se le animó al Turismo Carretera y debutó con un Ford en la Vuelta de Pringles, donde finalizó 13°.
En el TC logró seis triunfos. El primero fue en 1955 en la Vuelta de Olavarría, donde les ganó por más de 38 segundos a los hermanos Emiliozzi. Repitió en la misma carrera en 1959 y luego venció en la Vuelta de Arrecifes ese mismo año, en la Vuelta de Villa Carlos Paz y el Premio Mar y Sierras, en 1962; y en la Vuelta de Tres Arroyos, en 1966.
Menditeguy alternó su participación en el TC con la Fórmula 1, nada menos. En la máxima categoría corrió en los primeros Grandes Premios que se disputaron en nuestro país, aunque sobre fines de la década del ’50 tuvo continuidad y corrió varias pruebas en territorio europeo. Sus mejores ubicaciones en la F.1 fueron un tercero y un cuarto puesto en los GP’s de Argentina de 1957 y 1960; y un quinto en el GP de Italia de 1955.
“QUÉMELO LINARES, QUÉMELO…”
Aunque durante su campaña deportiva condujo en varias categorías, siempre sintió un particular cariño por le TC. “Deportivamente, el TC fue lo que más quise en la vida, pero fue lo que más disgustos me dio”, reconoció una vez.
Esas amarguras fueron por algunos abandonos que lo frustraron tremendamente, como aquel del Gran Premio de 1964 cuando venía ganando y a pocos kilómetros del final su auto se detuvo. Tal fue el fastidio que le causó perder la carrera que tras prender un cigarrillo le dio el encendedor al Negro Linares, su acompañante y le dijo: “saque nafta del tanque y tírela sobre esto…Quémelo Linares, quémelo…”
A mediados de 1968, Menditeguy, por aquel entonces presidente de la ACTC, le encargó la construcción de un auto a Alain Baudena, responsable de varios Baufer que había en esa época. Pese a las expectativas que Charly había depositado en este nuevo proyecto, el auto estaba lejos de cubrirlas.
El auto tenía una distancia entre ejes de 2,98 metros y su peso excedía en 200 kilos el mínimo reglamentario. Además, contaba con frenos a campana, cuando ya estaba probada la mayor eficacia de los discos. El estreno fue en la Vuelta de Santa Fa el 23 de marzo de 1969 y abandonó a un kilómetro y medio de la largada. Tal fue la frustración de Menditeguy que jamás lo volvió a correr.
Una de las cosas que también caracterizó a Charly Menditeguy fue su disciplina y fortaleza mental. Prueba de ello fue una apuesta que hizo a varios amigos, entre los que se encontraban el escritor Adolfo Bioy Casares, según la cual se convertiría en scratch de golf (cuando hizo el desafío tenía 11 de handicap) en menos de un año. Con la ayuda del profesional Emilio Serra consiguió el 0 de handicap en nueve meses e incluso esa misma temporada triunfó en el Abierto del Sur en Mar del Plata.
UN FIN DE SEMANA CON BRIGITTE BARDOT
Sumamente inteligente, con un físico envidiable -sus éxitos en otros deportes así lo demostraron- era un playboy a la máxima expresión. Si hasta faltó a un Gran Premio de Mónaco para pasar una noche con la actriz francesa Brigitte Bardot.
Ocurrió en 1956 cuando el Menditeguy integraba el equipo oficial Maserati. Aquel fin de semana en el Principado el representante de la famosa actriz le hizo llegar a Juan Manuel Fangio una invitación para cenar, pero el balcarceño rechazó el convite porque quería estar en condiciones para la competencia. Sin embargo, le dijo que tenía un amigo que estaría dispuesto a acompañarla en la velada. Ese amigo era Menditeguy.
La cita se concretó en un íntimo restaurante de Montecarlo a la luz de las velas. Terminada la cena, Menditeguy invitó a Brigitte a pasar el fin de semana en Saint Tropez, algo que la actriz aceptó, pese a que tenía que correr. Obviamente, Maserati no le perdonó el faltazo y lo bajó del auto por el resto de la temporada. Muchos le reprocharon lo que había hecho, incluso Fangio, pero Menditeguy fue tajante con sus razones: “No era una oportunidad para desaprovechar”.
Menditeguy tenía una personalidad particular. No le interesaba hablar con los periodistas, tampoco le gustaba ser considerado un ídolo. Era sencillo: corría para demostrar que también en esta actividad podía brillar. Y así lo hizo. Falleció tras una larga lucha contra el Parkinson en 1973 a los 58 años.
LOS TRIUNFOS DE CARLOS MENDITEGUY EN EL TURISMO CARRETERA
FECHA | CARRERA | AUTO | PROMEDIO |
06/03/1955 | Vuelta de Olavarría | Cupé Ford V8 | 157,472 km/h |
22/02/1959 | Vuelta de Olavarría | Cupé Ford V8 | 176,543 km/h |
31/05/1959 | Vuelta de Arrecifes | Cupé Ford V8 | 160,618 km/h |
14/01/1962 | Vuelta de Villa Carlos Paz | Cupé Ford V8 | 99,888 km/h |
15/04/1962 | Premio Mar y Sierras | Cupé Ford V8 | 191,551 km/h |
09/10/1966 | Vuelta de Tres Arroyos | Cupé Ford F-100 | 166,081 km/h |
TODAS LAS CARRERAS DE CARLOS MENDITEGUY EN FÓRMULA 1
N° | AÑO | GRAN PREMIO | EQUIPO | LARGÓ | LLEGÓ |
10 | 1960 | Argentina | Scuderia Centro Sud | 12° | 4° |
9 | 1958 | Argentina | Scuderia Sud Americana | 6° | 7° |
8 | 1957 | Gran Bretaña | Maserati | 11° | Ab. |
7 | 1957 | Francia | Maserati | 9° | Ab. |
6 | 1957 | Mónaco | Maserati | 7° | Ab. |
5 | 1957 | Argentina | Maserati | 8° | 3° |
4 | 1956 | Argentina | Maserati | 6° | Ab. |
3 | 1955 | Italia | Maserati | 16° | 5° |
2 | 1955 | Argentina | Maserati | 13° | Ab. |
1 | 1953 | Argentina | Gordini | 10° | Ab. |