El regreso de la Fórmula 1 a la Argentina ha vuelto a ser tema de conversación, alimentado por el reciente ingreso de Franco Colapinto a la máxima categoría de la mano del equipo Williams. La participación del piloto de 21 años en el Mundial reavivó las esperanzas de recuperar la fecha que el país perdió en 1998.
La confirmación de Daniel Scioli, subsecretario de Turismo y Deporte, sobre la apertura de negociaciones con Liberty Media durante el próximo Gran Premio de Brasil y su diálogo sobre el tema con el presidente Javier Milei, son los primeros pasos para concretar este ambicioso objetivo.
El escenario de este regreso sería nuevamente el autódromo de Buenos Aires, como ocurrió en una veintena de oportunidades. Sin embargo, para que el Hermanos Gálvez reciba a los monoplazas más veloces del planeta, debería cumplir una serie de requisitos técnicos y de infraestructura que le permitan obtener la homologación Grado 1 de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
¿QUÉ ES LA HOMOLOGACIÓN DE LA FIA Y POR QUÉ ES CRUCIAL?
La FIA otorga diferentes grados de homologación a los circuitos, dependiendo de su nivel de seguridad, diseño y capacidad técnica para albergar distintos tipos de competencias. La calificación de Grado 1 es la más alta y es indispensable para que un circuito pueda recibir a la F.1.
Actualmente, el Autódromo cuenta con una homologación Grado 4, que le permitió albergar la Fórmula 4 Brasileña en el circuito N° 6 durante el Festival Sudamericano de Velocidad. El visto bueno para ese evento fue dado por el inspector de la FIA, Carlos Beltrán, quien aprovechó su visita para delinear las mejoras que se deben realizar si el objetivo es alcanzar el Grado 1 y traer de vuelta la Fórmula 1 al país.
¿QUÉ TRABAJOS SON NECESARIOS?
Obtener la homologación Grado 1 requerirá una serie de reformas tanto en las instalaciones como en el trazado del autódromo. Según Beltrán, las áreas clave para mejorar incluyen los boxes, el paddock y la pista, con el fin de cumplir con los exigentes estándares de la FIA.
BOXES ADICIONALES: El autódromo necesitaría sumar al menos ocho boxes más a los ya existentes porque la F.1 exige una mayor capacidad para todos los equipos y su equipamiento.
TECHAR LA TERRAZA DE BOXES Y AGREGAR UN PISO: Esta expansión es crucial para el exclusivísimo Paddock Club y para crear áreas de trabajo adecuadas para el numeroso personal de Liberty Media y la Formula One Management (FOM).
DEMOLICIÓN DE LOS GARAJES ANTIGUOS: Ampliar el espacio de la zona detrás de los boxes otro aspecto esencial. Los viejos garajes deberían ser demolidos para expandir el área y permitir la instalación de oficinas móviles para los equipos, mejorando la capacidad operativa y logística del circuito.
LA PISTA ELEGIDA
El circuito N° 6 con la “S de Senna” que se utilizó en los ’90 ha quedado obsoleto. En su lugar se podría utilizar el circuito N° 12, aunque con algunas modificaciones. Esta variante ya ha sido sometido a simulaciones para evaluar si puede soportar el ritmo de los monoplazas de Fórmula 1. Los resultados indican que los coches podrían circular a fondo desde la recta principal hasta la chicana de Ascari, lo que haría de este tramo uno de los más veloces del calendario.
Sin embargo, se realizarían algunos ajustes para garantizar la seguridad de los pilotos. Se debería rediseñar la primera curva para reducir la velocidad al final de la recta, similar a lo que se ha hecho en otros trazados de alta velocidad. La propuesta que está sobre la mesa es utilizar las curvas 1 y 2 del Circuito N° 8 y hacer un tramo que una esa sección de la pista con la salida de la S del Ciervo.
Antes de Salotto, que debería ampliarse para llegar a los 15 metros de ancho, se realizaría una chicana para reducir la velocidad de los bólidos. También se adaptaría la chicana de Ascari, se utilizarían los mixtos del N° 9 sin cambios y se modificaría el ingreso a la recta –luego de la Horquilla- para hacerla lo más lenta posible.
A pesar de los cambios propuestos, el trazado permitiría la implementación de cuatro zonas de DRS, lo que garantizaría oportunidades de adelantamiento y mantendría el espectáculo emocionante para los espectadores.
EL DESAFÍO ECONÓMICO
Las reformas necesarias para obtener la homologación Grado 1 no solo demandan un esfuerzo técnico, sino también financiero. Se estima que las mejoras en la infraestructura y el trazado del autódromo costarían más de 25 millones de dólares. Este desembolso sería solo una parte del desafío. Para garantizar una fecha en el calendario de la Fórmula 1, se necesita una inversión extra de entre 35 y 40 millones de dólares para asegurar el lugar en el calendario. La cifra es tan grande que es inevitable pensar en una combinación de apoyos del gobierno nacional, la Ciudad de Buenos Aires y patrocinadores privados.
El hecho de que América ya cuente con seis Grandes Premios (en Estados Unidos, México, Brasil y Canadá) añade otro obstáculo más a las negociaciones, pero no es imposible. En un escenario de creciente interés por la categoría en el continente, Argentina podría aprovechar su rica historia en el automovilismo para lograr que Buenos Aires vuelva al calendario.
¿UN SUEÑO QUE PUEDE HACERSE REALIDAD?
El regreso de la Fórmula 1 al Autódromo de Buenos Aires es un objetivo ambicioso pero no imposible. Con la combinación adecuada de reformas técnicas, apoyo financiero y voluntad política, el país podría volver a ser sede de uno de los eventos deportivos más prestigiosos del mundo. Las conversaciones que tendrá Scioli con los responsables de la categoría son un buen punto de partida, pero aún queda un largo camino por recorrer.
Si se logran los avances necesarios, la Fórmula 1 podría regresar a Buenos Aires, trayendo consigo no solo la emoción de la competencia, sino también un impulso económico significativo para la ciudad y el país.