Juan Manuel Fangio y Ayrton Senna, la amistad de dos grandes campeones

“Ahora veo porqué la gente habla tan bien de ti”. Esas palabras salieron de boca de Juan Manuel Fangio el 12 de mayo de 1984 y tenían como destinatario a un joven piloto de 24 años que había debutado hacía unos meses en la Fórmula 1: el brasileño Ayrton Senna. El lugar del elogio, el circuito de Nürbugring. Allí el novel volante, invitado a último momento para reemplazar a su compatriota Emerson Fittipaldi, había sorprendido a todos al ganar una carrera de exhibición batiendo a corredores con mayor experiencia como el austríaco Niki Lauda y el santafesino Carlos Reutemann.

Fangio sabía que le había estrechado la mano a un futuro campeón, aunque no tenía idea que la relación entre ambos se afianzaría con el paso del tiempo. En parte por la personalidad de cada uno y también por el respeto y admiración que se profesaban.

Esa amistad comenzó a forjarse tres años después de aquel primer encuentro en la reinauguración de la pista alemana. Ambos coincidieron nuevamente en un autódromo: Jacarepagua, escenario en 1987 del Gran Premio de Brasil. Senna estaba a punto de iniciar su tercera temporada con Lotus, mientras que Fangio había llegado para realizar una exhibición sobre el Mercedes W196 con el que logró el título de 1955.

 Es un honor muy grande compartir con Fangio algunos momentos de mi carrera. Dentro y fuera de las pistas, siempre demostró mucho cariño por mí”. Ayrton Senna

Pero no fue hasta el Gran Premio de México de 1989 que ambos tuvieron la posibilidad de hablar relajados sin ningún compromiso de por medio. Ambos coincidieron en un evento organizado por Marlboro en la previa de la prueba azteca.

Hablaron durante varios minutos de diversos temas. Fangio, con toda su sabiduría, le dio algunos consejos al brasileño y le dijo que a veces era demasiado exigente consigo mismo. Senna, que en 1988, había logrado su primer cetro en la F.1, lo escuchó y le prometió al Quíntuple que le haría caso.

A partir de ahí comenzaron las periódicas llamadas telefónicas entre los dos campeones. Incluso fue el propio Fangio, teléfono mediante, tranquilizó a Senna tras una de sus tantas agarradas con el francés Jean-Marie Balestre, presidente de la Federación Internacional del Automóvil, durante la temporada de 1989.

En 1990 volvieron a encontrarse en un circuito como escenario. Fangio felicitó personalmente a Senna después de su triunfo en Mónaco y luego ambos participaron de una histórica foto en Adelaida (Australia) en la que hubo otros campeones como James Hunt, Jackie Stewart, Dennis Hulme, Nelson Piquet y Jack Brabham en oportunidad de los 500 GP’s de la historia. En esa sesión fotográfica Ayrton mostró públicamente su afecta hacia el Chueco levantando su brazo como señal de que era el mejor de todos…

Tiene mucho tiempo y condiciones. Le deseo lo mejor porque aparte de un gran piloto es un buen hombre”. Juan Manuel Fangio

En 1991, como parte de su rol de embajador de Marlboro, Fangio estuvo presente en los GP’s de San Marino, México e Italia. Eso le permitió seguir alimentando su amistad con Senna, quien ese año logró su tercer título. Una vez finalizado el campeonato, el brasileño viajó a Buenos Aires para saludar a su amigo.

Durante la cena que tuvo lugar el hotel Sheraton y que se prologó por tres horas, Fangio le sugirió a Senna retirarse, pero el brasileño prefirió llevar la conversación hacia su nueva conquista. “Juan, hice exactamente lo que me dijiste”, le comentó.

Dos años después ambos le mostrarían al público su admiración mutua, algo que había hecho en contadas ocasiones. Fue cuando el Quíntuple coronó como ganador a Senna en el Gran Premio de Brasil de 1993, con todo lo que significa para un piloto ganar ante su público. El piloto de McLaren estrechó la mano del argentino, se bajó del escalón más alto del podio y lo abrazó con cariño.

Una vez concluido el campeonato, Senna volvió a Buenos Aires para tener una de esas charlas con Fangio que tanto disfrutaba. Antes de despedirse le hizo prometer al argentino que estaría presente en la ceremonia de un eventual quinto campeonato. Esa fue la última vez que se vieron…

El 1 de mayo de 1994, Fangio se fue a la casa de un amigo a ver el Gran Premio de San Marino. Pese a la tristeza que le había producido la muerte del austríaco Roland Ratzenberger el sábado, el balcarceño ansiaba con ver a Senna cruzando la línea de meta después de los abandonos en los GP’s de Brasil y el Pacífico por los problemas mecánicos del Williams.

Pero la tragedia volvió a golpea a la Máxima aquel domingo en Impla. Cuando Fangio vio el accidente de Senna le dijo a quienes estaban junto a él que impacto había sido fatal. Luego pidió que lo llevaran a su departamento de la calle Guatemala, en el barrio de Palermo Viejo.

Presagiando lo peor, Fangio confirmó sus temores al día siguiente al leer los diarios. “Murió mi sucesor”, dijo en una entrevista que le hicieron en Radio Mitre ese mismo lunes. Aunque también había muerto su gran amigo…

LAS CAMPAÑAS DE FANGIO Y SENNA EN LA FÓRMULA 1