La Fórmula 1 se encuentra en medio de una tormenta legal que podría redefinir su futuro. Liberty Media, la empresa que controla los derechos comerciales de la categoría, enfrenta una investigación antimonopolio por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ). Esta situación se ha desencadenado tras la polémica negativa de la F.1 a la solicitud de Andretti Global para ingresar al Mundial pese a contar con el aval de la Federación Internacional del Automóvil.
En enero de 2024, Andretti Global presentó una propuesta ambiciosa: ingresar a la Fórmula 1 con un equipo respaldado por General Motors, bajo la marca Cadillac. La FIA dio luz verde, pero Liberty Media, que tiene la última palabra en asuntos comerciales, rechazó la solicitud. Argumentaron que Andretti no cumpliría con los requisitos de competitividad en un corto plazo y que su entrada no aportaría el valor suficiente a la categoría.
Greg Maffei, presidente y CEO de Liberty Media, explicó que la decisión de rechazar a Andretti fue conforme a las leyes antimonopolio de Estados Unidos y que la empresa cooperará plenamente con la investigación del DOJ. “No estamos en contra de la expansión”, afirmó Maffei, “pero cualquier nueva entrada debe cumplir con los estrictos criterios establecidos tanto por la FIA como por la F.1”. Maffei subrayó que la metodología para la expansión es clara y que, si los requisitos se cumplen, la entrada de nuevos equipos es posible.
El rechazo a Andretti Global no pasó desapercibido en el ámbito político. Seis senadores estadounidenses, encabezados por Amy Klobuchar y Mike Lee, solicitaron formalmente al DOJ que investigara la conducta de Liberty Media. Este grupo de senadores respondió a los esfuerzos de lobby de Mario Andretti en Washington, quien buscaba apoyo para contrarrestar la decisión de la F.1. Los senadores argumentaron que la decisión de Liberty Media podría estar perjudicando la competencia justa en el deporte y limitar las oportunidades para nuevos participantes.
La medida de bloquear la entrada de Andretti también generó opiniones divididas entre los equipos existentes. Algunos manifestaron su oposición debido a que la inclusión de un nuevo equipo podría diluir los ingresos compartidos bajo el actual acuerdo comercial. Otros, sin embargo, vieron la entrada de Andretti y Cadillac como una oportunidad para revitalizar el deporte y atraer más interés, especialmente en el mercado estadounidense.
Este conflicto tiene lugar en un contexto donde la F.1 busca asegurar su futuro comercial con el próximo Pacto de la Concordia, que regirá las relaciones financieras entre la F.1 y los equipos de 2026 a 2030. La investigación del DOJ podría influir en cómo se estructura este acuerdo y en la manera en que se manejan futuras expansiones en la F.1.
Si el DOJ determina que Liberty Media ha actuado en contra de las leyes de competencia, podría forzar a la F.1 a reconsiderar su estructura comercial y su enfoque hacia nuevos equipos. Además, podría abrir la puerta a una mayor intervención gubernamental en la regulación del deporte.
Por otro lado, si Liberty Media sale ilesa de la investigación, esto podría consolidar su control sobre la categoría y fortalecer su posición para futuras negociaciones con nuevos equipos y fabricantes.