
La Fórmula 1 es un tablero de ajedrez donde cada pieza se mueve con precisión quirúrgica, pero también con un trasfondo político que a veces pesa tanto como el talento. En este juego de poder, el nombre de Franco Colapinto suena con fuerza. Y no es para menos ya que el mismísimo Flavio Briatore, el jefe máximo de Alpine, afirmó en el circuito chino de Shanghai que el argentino “correrá en la Fórmula 1 tarde o temprano”. Una frase que no solo refuerza las especulaciones, sino que plantea una pregunta inevitable: ¿Alpine ya sabe cuándo Jack Doohan le dejará el lugar al ex piloto de Williams?
Si alguien sabe cómo mover los hilos en la Fórmula 1, ese es Flavio Briatore. El italiano, famoso por su visión despiadada y su capacidad para apostar por el talento emergente, ha dejado claro que el Colapinto es una pieza clave en el futuro inmediato de la categoría.

El equipo francés no atraviesa su mejor momento y su alineación de pilotos podría sufrir modificaciones antes de lo previsto dándole a Colapinto, que este año se sumó al team francés como piloto de pruebas y de reserva, la oportunidad de volver a estar en acción en la Máxima. Con Doohan bajo una intensa presión, las puertas podrían abrirse más pronto de lo esperado.
Doohan arrancó su temporada con el pie izquierdo. Su accidente en Melbourne encendió las alarmas y dejó en evidencia la fragilidad de su posición dentro del equipo. Aunque su padre, el legendario Mick Doohan, intentó quitarle presión con una frase de aliento –”Esa línea blanca, qué tontería”–, la realidad es que la Fórmula 1 no tiene paciencia con los errores de novato.
El propio Doohan reconoce la difícil situación: “Tengo un contrato, pero en este deporte nada está garantizado”. Mientras tanto, buena parte de la prensa especializada insiste en que Colapinto se subirá al A525 cuando la F.1 regrese a Europa. ¿Será solo un rumor o una premonición con sustento?
Briatore ha sido claro en su respaldo al argentino, pero la última palabra la tendrá el rendimiento en pista y las decisiones estratégicas del equipo. Oliver Oakes, director de Alpine, ha intentado calmar las aguas: “Sabemos que nuestros pilotos sienten la presión, pero si rinden, no hay de qué preocuparse”. Sin embargo, en la F.1, el respaldo de un día puede convertirse en un despido al siguiente.
La presión sobre Doohan y el respaldo de Briatore a Colapinto indican que el momento del argentino podría estar más cerca de lo que muchos imaginan. Con un mercado de pilotos en constante evolución y un equipo Alpine que necesita resultados inmediatos, la posibilidad de ver a Colapinto en un monoplaza de Fórmula 1 este mismo año no es descabellada.
Mientras tanto, Doohan deberá demostrar en cada carrera que merece su asiento. La cuenta regresiva ha comenzado y, en este juego de alto riesgo, solo hay una regla: rendir o desaparecer.