El 1 de mayo de 1994, a las 14.17 de Italia, la Fórmula 1 cambió para siempre. Ayrton Senna, uno de sus grandes ídolos, sufrió un violento accidente mientras lideraba el GP de San Marino en el circuito de Imola. Horas más tarde, a las 18.40, desde el hospital Maggiore de Bologna llegó una noticia que paralizó al mundo: el astro brasileño, de 34 años, había fallecido como consecuencia de las lesiones sufridas en la cabeza por un brazo de suspensión de la rueda delantera derecha.
Fue, sin dudas, el desenlace de un fin de semana trágico que había comenzado el viernes con el aparatoso despiste del brasileño Rubens Barrichello y continuado el sábado con la muerte del austríaco Roland Ratzenberger en plena clasificación.
Pocos días después, la justicia italiana inició un proceso para determinar las causas del accidente de Senna. En principio se especuló que el mismo había sido causado por la rotura de la barra de dirección, modificada por el equipo Williams para darle más comodidad al piloto.
Sin embargo, los datos de la telemetría suministrados por la propia escudería demostraron que la pieza no fue determinante en el incidente. Sí, en cambio, se estableció que el despiste fue ocasionado cuando el piso del auto tocó contra el asfalto, algo que provocó que el brasileño perdiera el control del bólido.
Gracias a la información suministrada por la escudería de Grove, Sir Frank Williams (dueño del team), Patrick Head (director técnico) y Adrian Newey (jefe de diseño) fueron absueltos de los cargos de homicidio culposo. El proceso finalizó en 2005.
CRONOLOGÍA DE AQUEL DOMINGO NEGRO
1. El accidente ocurrió en la séptima vuelta del Gran Premio (segunda tras un relanzamiento). Senna, que estaba al frente del pelotón, eligió una línea cerrada en Tamburello para que el auto pasara suavemente sobre las protuberancias que lo habían molestado en la primera vuelta. Pero a 307 km/h, iba a mayor velocidad que en la vuelta anterior. Esto, combinado con los cambios en la trayectoria, aumentó en más del doble las fuerzas centrífugas sobre el auto: de 1,5G a 3,62G.
2. Las ruedas traseras del Williams se deslizaron cuando el auto pasó sobre los dos primeros conjuntos de irregularidades. Esto se debió, según el equipo inglés, a trastornos en el flujo de aire debajo del auto, combinados con mayores fuerzas centrífugas.
3. A apenas 0,15 segundos después que el auto comenzó a deslizarse, el acelerador, que estaba a fondo, decreció a un 40% y se redujo la fuerza que incidía sobre el volante. Williams informó que eso ocurrió porque Senna desaceleró y trató de corregir el derrape.
4. Unos 0,04 segundos después de que Senna reaccionó al derrape inicial, el auto pasó sobre la segunda protuberancia de la pista. Hubo una repentina pérdida de grip en las ruedas delanteras que, en combinación con el derrape de las ruedas traseras, provocó un súbito viraje hacia la derecha. Eso fue crucial para socavar la teoría de que el accidente se debió a que la barra de dirección estaba fracturada, pues en ese caso el auto hubiera seguido derecho.
ADRIAN NEWEY: “Lo que causó el accidente todavía me persigue hoy…”
“Creo que una de las cosas que siempre me perseguirán es que Ayrton Senna vino a Williams porque habíamos logrado tener un auto decente en los tres años anteriores y quería estar en el equipo que él pensaba que iba a construir lo mejor. Y, por desgracia, ese coche de 1994 no fue bueno al comienzo de año”, afirmó en su momento Adrian Newey, quien era el responsable técnico de Williams.
“Lo que causó el accidente, todavía me persigue hoy… Nadie sabrá si el accidente fue por un error del piloto o por el fallo de la columna de dirección, aunque todos los datos de telemetría e incluso la cámara on board de Michael Schumacher, que venía detrás, no muestran nada que haga suponer una falla en la barra de la dirección”, dijo.
“Lo primero que ocurrió fue sobreviraje, casi del mismo modo que a veces ocurre en un Súper Speedway en los Estados Unidos: El coche pierde el tren trasero, el conductor corrige y luego va directo contra la pared exterior. Eso no concuerda con un fallo en la columna de la dirección…”, añadió el ingeniero.
“El talento y la determinación de Ayrton le llevaron a intentar que el coche realizase cosas que realmente no era capaz. Es una pena y es muy injusto que estuviera en esa posición y luego, por supuesto, que en el momento en el que pusimos el coche a punto, él ya no estuviera con nosotros”, culminó.
5. Apenas 0,18 segundos luego de que el auto pasó sobre la segunda irregularidad, Senna desaceleró para tratar de reducir la velocidad, que era de 307 km/h. Se presume que Senna ya sabía que no iba a poder mantener el auto en la pista.
6. Cuatro centésimas de segundo después, mientras que el auto iba a una gran velocidad hacia la parte exterior de la pista, el motor dejó de acelerar.
7. Pasados 0,27 segundos, los frenos comenzaron a detener el auto. Este lapso se debió a las reacciones de Senna y al aumento de la presión en el sistema. El auto desaceleró a más de 4G en la pista, disminuyendo la velocidad en 86,9 km/h antes del impacto. El frenazo invalida una teoría según la cual Senna se había desmayado durante breves instantes porque había retenido la respiración.
8. Apenas 1,9 segundos después de que comenzara la cadena de hechos que condujeron al accidente, el Williams chocó contra la pared de concreto en el exterior de la curva de Tamburello a 200 km/h. La rueda delantera derecha quedó volteada hacia el habitáculo y una pieza del brazo de suspensión atravesó el visor del casco de Senna, causándole la herida fatal.
UN FIN DE SEMANA TRÁGICO
El Gran Premio de San Marino de 1994 se ganó la calificación de trágico desde el mismo viernes, cuando el brasileño Rubens Barrichello (Jordan) voló por los aires luego de pegarle al pianito de la Variante Bassa a 225 km/h en la primera clasificación. Su auto quedó destruido y Rubinho terminó con la nariz rota y el brazo izquierdo quebrado.
El sábado, en la segunda tanda cronometrada, ocurrió un hecho más grave: el austríaco Roland Ratzenberger (Simtex) se despistó en la curva Villeneuve, impactó de lleno contra el muro y falleció instantáneamente producto de lesiones en la cabeza.
El domingo la fatalidad volvió a hacerse presente primero con un accidente entre el finlandés J.J. Lehto (Benetton) y el portugués Pedro Lamy (Lotus), que provocó que varias piezas de los autos pasen a las tribunas y lesionen a varios espectadores, y luego con la muerte de Senna.
Sin embargo, “el show” continuó. La carrera la ganó el alemán Michael Schumacher (Benetton) seguido por el italiano Nicola Larini (Ferrari) y el finlandés Mika Hakkinen (McLaren). Por respeto a Ratzenberger y Senna en el podio no hubo festejos…