Cuando Nigel Mansell logró su único título en la Fórmula 1, en la temporada 1992 de la máxima categoría, Sebastian Vettel tenía solo cinco años. El inglés consiguió su corona con el Williams FW14B-Renault, uno de los autos más tecnológicos de la década del ’90. ¿Y qué une a Mansell con Vettel? Es que el alemán se dio el gusto de comprar uno de los chasis que utilizó el británico.
Conocido como The Red Five (El 5 Rojo), justamente por el número que usó Mansell en ese auto, el vehículo fue diseñado por su compatriota Adrian Newey utilizando como base el FW14 de 1991.
Sin embargo, el modelo contaba con un mayor desarrollo tecnológico gracias a la utilización de una evolucionada transmisión semiautomática de seis marchas, una suspensión activa que podía ajustarse automáticamente a cada curva para garantizar una altura consistente, control de tracción y ABS. Montaba un motor Renault V10 a 67° que llegó a erogar 760 caballos a 14.500 revoluciones.
Los avanzados sistemas usados en el FW14B se adaptaron a la perfección al estilo de manejo agresivo de Mansell, que logró nueve victorias sobre 16 carreras y logró el cetro con 52 puntos de ventaja sobre su compañero italiano Ricardo Patrese. “Casi no tenía suficiente fuerza para dominarlo. Era aterrador. Pero si lo hacía bien era satisfactorio y era rápido”, contó alguna vez el inglés.
“El coche fue hecho para Nigel… Cuanta más rápido tomaba la curva, más carga aerodinámica tenía y, por lo tanto, más agarre. Mansell decía que el auto le producía ‘sensaciones divertidas’… Para un piloto todo es cuestión de confianza y Nigel sabía que si el auto hacía algo inesperado él lo arreglaría y así lo hizo”, apuntó Newey, sobre su creación y el piloto que lo llevo a la gloria.
La gran pregunta que muchos aún se hacen es por qué Patrese, con toda su experiencia, no logró el mismo rendimiento que Mansell. La respuesta la tiene Eric Faron, ingeniero de Renault Sport que trabajó con el italiano en esa época. “Para Riccardo conducir el coche al límite no fue fácil simplemente porque él conducía mucho con lo que sentía su cuerpo. Desafortunadamente para él, la suspensión activa filtraba muchos de las sensaciones físicas que tradicionalmente se transmiten a un conductor. El FW14B exigía una técnica de conducción diferente a la de un coche más clásico y eso no encajó en el estilo de Riccardo”.
Obviamente, el Williams FW14B está en un lugar muy destacado del corazón del Newey debido a que fue el primer auto con el que consiguió un cetro. “Tengo muy buenos recuerdos de él… El nivel de dominio que tuvo lo hace muy especial”.
Y aunque él siempre se lleva crédito, asegura que en este proyecto hay un “héroe olvidado” y se trata de Steve Wise, el jefe de electrónica de Williams que tuvo a su cargo el desarrollo de la suspensión activa. “El auto nunca hubiese funcionado sin una unidad de control electrónico integrada adecuada. El tema es que no había ninguna en el mercado. Steve trabajó durante dos años para crearla”, recuerda.
Williams fabricó seis chasis de este vehículo y uno de esos está en propiedad de Vettel. “El Red Five es muy interesante para mí. El coche es un ícono absoluto e igual que yo tiene el número 5”, explicó el alemán en una entrevista al diario Bild sobre este auto por el que habría pagado más de tres millones de euros…
