Hay vientos de cambios en el Súper TC2000, categoría que ha penado en las últimas temporadas con los motores que equipan a todos los autos del parque: los V8 de la empresa inglesa Radical.
Aunque estos impulsores gozan de gran prestigio a nivel mundial, el mantenimiento deficiente que se les realizó en el país provocó una disparidad en su performance. Más allá de que se trató de palear esta situación sorteándolos antes de cada carrera, los equipos jamás han tenido la seguridad de contar con un V8 confiable.
Esta situación derivó en varios cambios. Jorge Simes, que estaba a cargo del service, fue despedido a principio de septiembre y reemplazado por Víctor Vega. “Siempre se hizo lo que se pudo… Si se rompía algún block se usaba la mitad de otro”, explicó Simes en una entrevista a CORSA.
Pero ese no fue el única modificación en la estructura del Súper ya que al mes siguiente Antonio Abrazian, que era el titular de Autosport SA, la empresa que regentea la categoría y de la productora Carburando, también se marchó. En un comunicado de prensa la empresa explicó que el cambio se produjo mientras se lleva a cabo un “pleno proceso de restauración de la compañía”.
Aunque Abrazian no tuvo reemplazante, Edgardo Fernández se convirtió en el “1” del Súper TC2000 como su director deportivo. “Seré el nexo entre las terminales y los equipos con el ACA… Trataremos que la categoría sea más accesible a nuevas marcas y equipos”, dijo el ex responsable de los equipos Peugeot y Renault.
Además, Fernández aclaró otro punto que estaba en discusión y que tenía como promotor a Abrazian: la unificación del Súper con el TC2000, la otra categoría de Autosports. “Vamos a seguir con el STC2000 y el TC2000 por separado”, admitió.
Con el torneo 2018 ya en su recta final, el nuevo mandamás piensa en el futuro cercano. Ya está definido que para 2019 se mantendrán los V8 de Radical, aunque con un service óptimo. Mientras que para 2020 se produciría un nuevo cambio de motorización (desde 2012 se han utilizado dos generaciones de los V8 ingleses). La intención es utilizar motores turbo de 1.6 litros o 2.0 litros. Para ello se requeriría una inversión cercana a los 750.000 dólares.
La propuesta parece atractiva y entusiasma, aunque no a todos: el Ing. Enrique Scalabroni, nada menos. Con la autoridad que le aportan varias décadas trabajando en la Fórmula 1, el cordobés opinó sobre el tema a través de una serie de tuits.
“Atender técnicamente 30 motores turbo no es fácil porque se crean complicaciones muy grandes por el agregado de piezas muy importantes que deben estar siempre bajo control como son el intercooler, el sistema de aceite del turbo, el turbo mismo y el sistema de enfriamiento”, afirmó en su cuenta @ScalabroniE.
Además, destacó la imposibilidad de volver a utilizar motores de serie como en la primera época de la categoría. “Los 8 cilindros aspirados de producción para la serie son muy pesados y no hay dos iguales en peso y volumen. Los mejores son los 4 o 5 cilindros en línea y aspirados. Crean la menor cantidad de problemas posibles para el mantenimiento y para los equipos”, afirmó.
Scalabroni conoce muy bien al Súper TC2000 ya que trabaja como asesor del equipo oficial Peugeot y, además, hace poco tiempo presentó un proyecto que justamente estaba basado en un motor genérico de cinco cilindros capaz de erogar más de 420 caballos.
Más allá de que deportivamente el Súper TC2000 está pasando por un gran momento, con un campeonato que ofreció muchas alternativas, la falta de participantes, los altos costos en un país en plena crisis económica y los motores deficientes parecen atentar contra su futuro. Pero solo el tiempo dirá si las medidas que se pretenden tomar son las acertadas.