Antes de que comenzara la producción de su icónica pick-up en la provincia de Córdoba, Nissan realizó una larga fase de pruebas en rutas de América Latina con el objetivo de asegurar los más altos estándares de calidad.
La pick-up Nissan Frontier recorrió caminos de San Pablo, por su tráfico denso en horas pico; Curitiba, por contar con caminos de sierra y montaña; Belo Horizonte, por sus calles con gran pendiente; Campo Grande, una comunidad con amplias áreas de terracería; Mendoza, por la geografía cercana a la cordillera de los Andes y de gran altura sobre el nivel del mar; y El Nihuil, una localidad cercana a zona de dunas.
Las pruebas y evaluaciones se realizaron en siete situaciones distintas: atasco urbano, ciudad urbana y suburbana, montaña, rutas en condiciones “normales”, rutas en condiciones “de montaña” y rutas sin pavimentar. Además de recorrer más de 200.000 kilómetros en carreteras de la región, la Nissan Frontier fue sometida a evaluaciones controladas en pistas de pruebas y laboratorios.
“Evaluamos el vehículo desde el punto de vista de nuestros clientes en la región, realizamos un análisis a fondo considerando diferentes temas de diseño y de producción para garantizar la más alta calidad que caracteriza a los vehículos Nissan”, Sergio Casillas, vicepresidente de Operaciones y Manufactura de Nissan América Latina.
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La fase de pruebas dio como resultado varias mejoras implementadas en la versión que ya se está produciendo en Córdoba. Dichas mejoras provienen tanto de la retroalimentación de los clientes latinoamericanos como de los aportes de cinco plantas alrededor del mundo. El resultado es una pick-up Frontier adaptada a las condiciones de manejo de América Latina.
El lanzamiento de la Nissan Frontier está previsto para octubre en Argentina y hacia finales de año en Brasil.
