El brasileño Ayrton Senna, el legendario campeón de Fórmula 1, no solo dejó una huella imborrable en el mundo del automovilismo, sino que también inspiró creaciones excepcionales más allá de las pistas. En 2002, MV Agusta, bajo la dirección de Claudio Castiglioni, presentó la F4 750 Senna, una obra maestra de la ingeniería y el diseño motociclista.
El magnate italiano de las motocicletas había transformado la empresa de su familia, Cagiva, reviviendo la marca Ducati en la década de 1980 y luego haciendo lo mismo con la legendaria MV Agusta de Varese.
“Ayrton era una estrella, como hombre y como piloto; un campeón al volante y amante de la velocidad, pero también alguien que prestaba atención a cada detalle y cuyo objetivo constante era la perfección. Estas cualidades, junto con un sentido de gran humildad y sensibilidad, me atrajeron hacia él de inmediato”, dijo Castiglioni sobre su difunto amigo.
En 2002, MV Agusta presentó la edición limitada F4 750 Senna, ocho años después de la trágica muerte del piloto brasileño. Se bautizó así en honor al Instituto Ayrton Senna, la organización benéfica infantil brasileña fundada después de su fallecimiento.
UNA MOTO EXCLUSIVA
En 2006, MV Agusta lanzó una segunda generación de su serie conmemorativa Senna, esta vez basada en la F4 1000R de 174 caballos de fuerza y 998 centímetros cúbicos. Ambas series Senna se limitaron a 300 unidades y utilizaron la superbike insignia de la marca en ese momento, a la que se agregaron una serie de toques exclusivos tanto estéticos como mecánicos.
La MV Agusta F4 1000 Senna (fotos) es una versión más extrema que la estándar 1000R y mucho más exclusiva. Con horquillas delanteras Marzocchi de 50 mm tratadas con nitruro de titanio negro y una suspensión trasera Sachs ajustable y ultraligera, esta moto ofrece un rendimiento excepcional.
Además, los exclusivos calipers de freno delanteros Brembo Racing “Serie Oro” y las llantas Marchesini plateadas con radios en forma de “Y” destacan la elegancia y el carácter exclusivo de la Senna.
La MV Agusta F4 1000 Senna es mucho más que una moto; es una obra de arte en movimiento que captura la esencia de uno de los mayores íconos del automovilismo.
