Hace unos días una declaración del ex piloto finlandés Mika Salo sacudió al paddock de la Fórmula 1. El nórdico había asegurado que durante 2020 el equipo Ferrari y sus clientes (Alfa Romeo y Haas) habían tenido que usar menos combustible que el resto de las escuderías como sanción por la unidad de potencia ilegal utilizada por la Scuderia en 2019.
Esta confesión llamó la atención ya que la Federación Internacional del Automóvil y el team de Maranello habían llegado a un acuerdo confidencial sobre ese asunto, algo que obviamente no fue bien visto.
“Lo que dije en una entrevista hace un par de días ha sido mal entendido”, afirmó Salo, quien en la actualidad es comentarista para la TV de su país y, esporádicamente, comisario deportivo en los GP’s de la Máxima.
“Me gustaría aclarar que no estoy al tanto de los detalles acuerdo entre la FIA y Ferrari. Solo hablamos de lo que ya se había publicado en los medios. Fue una broma estúpida y solo una conversación entre dos tipos”, se justificó.
“Todo lo que puedo decir es que no tengo idea de cuáles son los acuerdos. E incluso si supiera algo, no hablaría de así sobre ello”, agregó.