El Museo de Mercedes-Benz en Alemania cuenta la emocionante historia de la marca a través de la exposición de distintos elementos con detalles de diseño y arquitectura. Las sorpresas empiezan fuera del edificio, donde la bienvenida la da Juan Manuel Fangio.
Desde 2006, año en que fue inaugurada la actual sede del Museo de Mercedes-Benz, se sitúa frente al él una escultura de bronce de tres toneladas fundida en dos partes. Por un lado, la figura del pentacampeón del Fórmula 1 a tamaño real y, por otra, su legendario Mercedes-Benz W 196 R “Flecha de Plata”, también en escala 1:1.
En la figura, Fangio tiene su mano derecha sobre el volante y el casco bajo el brazo izquierdo. Un pie se apoya sobre el vehículo y su mirada se dirige directamente a los ojos del espectador: parece como si estuviera dispuesto a subirse y arrancar en cualquier momento.
La escultura se ha convertido en un lugar popular para fotos, en las que los visitantes aprovechan la oportunidad para sentarse en el cockpit y tomar el volante que brilla por los miles de manos que lo han agarrado. El modelo “a conducir” es el W 196 R originario de 1954/1955.
El monumento hace alusión a la historia de éxito de Juan Manuel Fangio, quien ganó un total de cinco títulos de Campeón del Mundo corriendo con cuatro escuderías. En 1954 y 1955, se convirtió consagró con el Mercedes-Benz W 196 R y dejó así su impronta en la historia de la marca.
El autor de la obra original fue el artista catalán Joaquim Ros Sabaté. Luego se hicieron cinco réplicas que se colocaron en sitios que han tenido relación directa con la vida de Fangio.
Las obras, que desafían al viento y a la intemperie, se pueden encontrar en el Museo Mercedes-Benz de Alemania, en los autódromos de Barcelona (España), Nürburgring (Alemania), Monza (Italiana), el callejero de Montecarlo y Puerto Madero, en Buenos Aires.