En un domingo especial para los argentinos, el flamante presidente Javier Milei eligió un vehículo de alta gama para su traslado desde el Congreso de la Nación hasta la Casa Rosada.
Atrás quedaron las ideas de hacerlo sobre el Cadillac que había comprado Juan Domingo Perón en 1955 y hasta un Valiant III ofrecido por un coleccionista, ya que el presidente Milei optó por un clásico moderno: un Mercedes-Benz CLK convertible.
El Mercedes-Benz CLK es un automóvil que combina la elegancia y el prestigio de la marca alemana. Presentado inicialmente como un estudio en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1993, el CLK se introdujo oficialmente cuatro años después en el Salón del Automóvil de Detroit.
Originariamente basado en la Clase E, su nomenclatura se modificó en 1996 para reflejar su relación tanto con la Clase E como con la Clase C. Las siglas “CL” denotan “Clase CL” y la “K” compacto. La segunda generación se produjo entre 2002 y 2010.
EL EMBLEMA DE LA ELEGANCIA ALEMANA
Este vehículo de cuatro plazas presenta un motor delantero montado longitudinalmente y tracción trasera. Disponible en versiones coupé (C208) y descapotable (A208), el CLK mantiene la estructura de la Clase C pero se alinea con el diseño, motores y precios de la Clase E. En su época, competía directamente con otros modelos alemanes como el Audi A5 y el BMW Serie 3.
El Mercedes-Benz CLK, identificado con la patente Movil A01, no fue el único vehículo que utilizó el presidente Milei en este día tan especial ya arribó al Congreso sobre una Volkswagen Touareg V6 TDi 4Motion.