Horacio Pagani no necesita presentación. Su nombre resuena en el mundo de los automóviles deportivos de lujo gracias a creaciones como el Pagani Zonda, el Pagani Huayra y el Pagani Utopia, su última creación. Pero, ¿sabías que los humildes comienzos de Pagani se encuentran en las pistas de carreras?
Aunque hoy lo asociamos con los súper autos más exclusivos del mundo, los primeros pasos de Pagani en la industria automotriz ocurrieron dentro del automovilismo. Su primer proyecto, un auto para la Fórmula 2, es un testimonio de su pasión y compromiso con la ingeniería automotriz desde sus inicios.
DEDICACIÓN EXTREMA: MÁS DE 5.000 HORAS DE TRABAJO
El proyecto del Fórmula 2 de Pagani no fue una tarea sencilla. Tomó más de un año y aproximadamente 5.000 horas de arduo trabajo convertir su visión en realidad mientras se ganaba la vida construyendo casas rodantes.
Cada detalle de aquel auto de carreras fue meticulosamente diseñado y construido por aquel apasionado veinteañero para alcanzar la excelencia en rendimiento y diseño.
La culminación de este esfuerzo fue la presentación del Pagani F2 en una cena que reunió a más de 300 personas. Entre los asistentes se encontraban periodistas de la prensa especializada de Rosario, empresarios, técnicos y apasionados por las carreras.
Encontrar al piloto adecuado para el Pagani F2 no fue un problema para el diseñador santafesino. Agustín Beamonte, campeón de la categoría en 1978, fue la elección perfecta. La conexión entre el piloto y el automóvil fue instantánea.
PAGANI F2, EL PRIMER AUTO DE PAGANI
El Pagani F2 hizo su debut en marzo de 1979 en el Autódromo Las Parejas. Luciendo el número 1 en su carrocería producto del título ganado por su piloto la temporada anterior, el vehículo fue el trampolín que llevó a Pagani a un mundo más grande.
Durante sus días en los autódromos Pagani, conoció a Oreste Berta, quien lo presentó a una leyenda: Juan Manuel Fangio. Fangio, impresionado por el talento de Pagani, escribió cinco cartas de recomendación a figuras destacadas como Enzo Ferrari, Giulio Alfieri de Lamborghini, Carlo Chiti de Alfa Romeo, Alejandro de Tomaso de DeTomaso Automobili y Vizenzo Osella, dueño de un equipo de Fórmula 1.
Lamborghini abrió las puertas de Europa a Pagani, y este genio pronto se independizó. En la década de los ’90, Horacio Pagani comenzó a dar vida a su propia compañía de súper autos. El resultado es la historia que conocemos hoy, una historia de éxito, innovación y pasión por los automóviles deportivos de lujo que sigue siendo escrita por Pagani y sus icónicas creaciones.
