Marc Márquez brilla como nunca en Termas de Río Hondo

Si estuviste atento al fin de semana del Gran Premio de Argentina de MotoGP, ya sabes que fuiste testigo de una clase maestra de dominio y estrategia. Y si no, prepárate para que te lo cuente como si hubieras estado en primera fila viendo a Marc Márquez hacer lo que mejor sabe: convertir la pista en su patio de juegos.

Hay circuitos en los que algunos pilotos se sienten como en casa. Termas de Río Hondo es, sin duda, el templo de Marc Márquez. Lo fue en 2014, 2016 y 2019. Y lo volvió a ser en 2025, esta vez vestido de rojo Ducati, como si la historia necesitara un nuevo matiz sin perder su esencia. Ya en Tailandia había dado un golpe sobre la mesa, pero en Argentina directamente se sentó en la cabecera del banquete.

Desde el viernes, quedó claro que Márquez no había ido a Termas a pasear. En los entrenamientos bajó su propio récord del circuito, vigente desde hacía once años. Y, por si eso no era suficiente, el sábado en la clasificación lo destrozó de nuevo. Como guinda del pastel, se llevó el sprint, anunciando lo que sería el festival del domingo.

UNA PARTIDA DE AJEDREZ CON SU HERMANO

Cuando las luces del semáforo se apagaron el domingo, Márquez salió como un misil. No hubo titubeos, ni dudas. Su primera víctima fue su propio hermano, Álex, quien intentó aguantarle el ritmo con la Ducati del equipo Gresini. Atrás, Francesco “Pecco” Bagnaia, con la otra Ducati oficial, trataba de organizarse en medio del caos, pero ya era tarde. Los Márquez habían abierto una brecha con el resto del pelotón.

“Estoy feliz porque vengo de un pozo negro de lesiones y sequía y ahora estoy disfrutando en el mejor equipo de la parrilla”, Marc Márquez.

Si en Tailandia Marc había hecho algo similar, en Argentina fue aún más evidente. En un gesto que podría parecer cortesía o puro show para la tribuna, Márquez cedió la punta a su hermano Álex, dejándolo liderar varias vueltas. Un movimiento que no solo descolocó a Bagnaia y a Franco Morbidelli (que ya había superado a su compatriota), sino que también sirvió para medir hasta dónde podía llegar su rival más cercano.

EL MOMENTO DEL GOLPE FINAL

Pero si algo caracteriza a Márquez es su instinto asesino para sentenciar carreras. Con cinco vueltas por delante, decidió que la diversión había terminado. Pasó a su hermano como si fuera una sesión de entrenamientos y puso rumbo directo a su cuarta victoria en Argentina.

Como también ocurrió en Tailandia, Alex terminó segundo, algo que lo convierte en quien más cerca está del gran Marc en el torneo. Sí, por ahora la lucha por la corona solo tiene como animadores a los Márquez. Detrás, Morbidelli hizo su trabajo y terminó en tercer lugar, mientras que Bagnaia tuvo que conformarse con el cuarto puesto.

Termas, otra vez, se rindió a los pies de Marc Márquez, que anotó su 90° triunfo mundialista. Pero la imagen que quedó grabada en la retina de los aficionados fue la de los dos hermanos de Cervera jugando a ser campeones, como cuando eran niños.

MOTO3 Y MOTO2: EMOCIONES EN TODAS LAS CILINDRADAS

Si creías que la acción solo estaba en MotoGP, Moto3 tuvo un final para el infarto. En la categoría menor, el español Ángel Piqueras (KTM) le robó la victoria a su compatriota Adrián Fernández (Honda) por solo 36 milésimas. El podio lo completó José Antonio Rueda (KTM), demostrando que la nueva generación de pilotos españoles está más fuerte que nunca.

El catalán Valentín Perrone (KTM), que corre con licencia argentina, tuvo un buen inicio. Tras ocupar el noveno lugar de la grilla cruzó séptimo la primera curva. Sin embargo, vuelta tras vuelta fue perdiendo posiciones. A una vuelta fina marchaba 13°, pero una caída lo obligó a abandonar.

Mientras tanto, en Moto2, el británico Jake Dixon (Boscoscuro) se impuso con autoridad, superando por más de tres segundos al líder del torneo, el español Manuel González (Kalex). El podio lo cerró Celestino Vietti (Boscoscuro), en una carrera donde la estrategia fue clave.

GRAN PREMIO DE ARGENTINA DE MOTOGP | RESULTADO