La Federación Internacional del Automóvil (FIA) multó a Honda con 600.000 euros y a Alpine con 400.000 euros por las infracciones cometidas en el reporte de gastos de sus unidades de potencia durante la temporada 2023 de la Fórmula 1. La infracción específica de Honda Racing Corporation (HRC) radica en una documentación inexacta, mientras que Alpine Racing SAS omitió información esencial en su informe.
Estos errores, aunque no llevaron a ninguna de las marcas a sobrepasar el límite financiero, sí constituyen un incumplimiento de los procedimientos requeridos por la FIA, que demanda un control estricto sobre los gastos para garantizar la equidad entre los equipos y la sostenibilidad financiera del deporte.
Honda actualmente provee motores a Red Bull Racing y AlphaTauri, pero la firma japonesa tiene planes de unirse a Aston Martin en 2026, lo que añade presión sobre sus actuales operaciones. Alpine, en cambio, deberá afrontar la multa justo cuando Renault anunció su retiro de la fabricación de motores para la F.1 después de 2024 debido a razones financieras. Se espera que Alpine cierre un acuerdo para utilizar motores Mercedes a partir de 2026, una decisión estratégica que podría fortalecer al equipo en el futuro próximo.
Para resolver el conflicto, tanto Honda como Alpine aceptaron el llamado Accepted Breach Agreement (ABA), un mecanismo de conciliación ofrecido por la FIA para resolver problemas procedimentales. Este acuerdo ha permitido que ambas compañías ajusten sus informes y adopten las medidas correctivas indicadas por el organismo regulador.
La Fórmula 1 ha implementado el límite de gastos en motores y otros aspectos clave para asegurar una competencia justa entre equipos y evitar el gasto excesivo que podría alejar a algunos fabricantes del deporte. Con esta sanción, la FIA envía un mensaje claro sobre la importancia de cumplir con los procedimientos financieros, incluso cuando el tope de gasto no se excede.