La Corte Suprema de India condenó al magnate Vijay Mallya, quien fue propietario de un equipo de Fórmula 1 entre 2008 y 2018, a cuatro meses de cárcel por negarse a revelar sus activos tras incumplir un préstamo de 1.130 millones de dólares desde el colapso de su extinta Kingfisher Airlines.
El empresario, con intereses que van desde la aviación hasta el licor, se encuentra ahora en Gran Bretaña y la India ha hecho esfuerzos para extraditarlo. Mallya se ha negado a comparecer ante el tribunal a pesar de varias citaciones. El tribunal lo declaró culpable de desacato por no obedecer sus órdenes y le impuso una multa económica.
Los abogados de los prestamistas han dicho que Mallya transfirió 40 millones de dólares a miembros de su familia a pesar de que el préstamo bancario sigue sin pagar.
Por tal motivo el tribunal fijó un plazo de cuatro semanas para que Mallya y su familia depositen esos 40 millones de dólares, junto con los intereses acumulados, o se enfrentarán a más acciones legales. En su momento Mallya negó haber actuado mal y dijo que el caso en su contra tiene motivaciones políticas…
La aventura de Mallya en la Fórmula 1 se inició en 2007 cuando compró los activos del equipo Spyker, propiedad de Spyker Cars NV. La transacción la hizo efectiva un consorcio llamado Orange India formado en partes iguales por Watson Ltd, propiedad de Mallya; y Michiel Mol, que ya era copropietario de Spyker.
El equipo se rebautizó como Force India para materializar el avance de India en el mundo de la F.1, algo que se reflejó también con el Gran Premio que se disputó en el país en 2010.
Entre 2008 y 2018, Force India disputó 212 GP’s. Su mejor puesto fue el segundo lugar que el italiano Giancarlo Fisichella consiguió en el GP de Bélgica de 2009. Además, logró otros cinco podios y una pole position. En sus once temporadas en la Máxima completó 111.543 kilómetros, de los cuales 306 lo hizo en punta.
El piloto que más alegrías le dio a Force India fue el mexicano Sergio Pérez, quien subió cinco veces al podio entre 2015 y 2018. Checo fue tercero en los GP’s de Bahrain (2014), Rusia (2015), Mónaco (2016), Europa (2016) y Azerbaiyán (2018).
A fines de 2018 el equipo entró en una profunda crisis económica que terminó en su venta. Lo adquirió el canadiense Lawrence Stroll, que lo bautizó como Racing Point. Con ese nombre corrió en 2019 y 2020, mientras que desde 2021 compite como Aston Martin.