El británico Bernie Ecclestone, que fue el presidente y director de la Fórmula 1 durante mucho tiempo, se declaró inocente de las acusaciones de fraude fiscal, cargos por los que está siendo imputado en Reino Unido.
Ecclestone, de 91 años, se presentó con un traje oscuro y escoltado por sus abogados y guardaespaldas ante la Corte londinense de Westminster.
Durante la comparecencia, se le pidió que se identificara y, luego, se declaró inocente. El antiguo responsable de la F.1 permanece libre hasta una próxima audiencia prevista el 19 de septiembre.
A Ecclestone se le acusa de no haber declarado a las autoridades fiscales británicas más de 473,3 millones de dólares de activos poseídos en el extranjero entre 2013 y 2016. La fiscalía autorizó en julio su imputación tras una investigación fiscal presentada como “compleja e internacional”.
Ecclestone reinó en la F.1 durante casi 40 años. Dejó su puesto como máximo responsable de la élite mundial del automovilismo en enero de 2017, tras ser despedido por el nuevo poseedor de los derechos comerciales de la disciplina, el grupo estadounidense Liberty Media.
Efímero piloto de carreras a finales de la década de 1950 y después jefe del equipo Brabham, el empresario británico, cuya fortuna fue estimada por la revista Forbes en 2.952 millones de dólares, está considerado como el artífice de la transformación de la F.1, al convertirla en una actividad lucrativa.
En concreto, a finales de los años 70 fue uno de los pioneros en la comercialización de los derechos de retransmisión televisiva de eventos deportivos.