A los 37 años el español Fernando Alonso volvió a ganar un título, algo que demoró más de una década en conseguir ya que su anterior festejo ocurrió en 2006 cuando logró su segundo cetro consecutivo en la Fórmula 1.
La consagración llegó en una categoría muy diferente a la F.1: el Mundial de Resistencia y en la que corrió con el Toyota GAZOO Racing, el mejor equipo de la categoría.
Nano compartió su Toyota TS050 HYBRID con el suizo Sebastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima. El trío fue muy efectivo en una súper temporada 2018/2019 que comenzó con el triunfo en las 24 Horas de Le Mans del año pasado y que incluyó otros éxitos en las 6 Horas de Spa-Francorchamps, los 1.000 Kilómetros de Sebring y nuevamente en Le Mans.
Su superioridad frente a sus compañeros de equipo, el argentino José María López, el inglés Mike Conway y el nipón Kamui Kobayashi, les permitió a Alonso, Buemi y Nakajima llegar con una gran ventaja de puntos a la última fecha del WEC en el circuito francés de Le Sarthe.
De hecho, les alcanzaba con llegar sexto, sin importar si la victoria quedaba en manos del otro Toyota. Pero Le Mans le sonrió y un pinchazo en el auto N° 7 cuando lideraba cómodamente les permitió consagrarse con un nuevo éxito.
Alonso se fue de la Fórmula 1 en 2018 por la puerta de atrás. Su segunda etapa en McLaren fue pésima, no por su manejo, sino por la incapacidad del equipo de Woking de darle un gran auto. Aunque también es verdad que ningún otra escudería quiso darle un lugar, algo que acrecentó los rumores de ser dueño de una personalidad muy compleja…
Nadie sabe si este título en el WEC reemplazará aquel objetivo no cumplido de conseguir su tercer cetro en la F.1, pero al menos sirve para algo: demostrar su vigencia.