El regreso del Mundial de Superbike a la Argentina les permitió a Luciano Ribodino y Marco Solorza, dos exponentes del motociclismo nacional, medirse con los habituales protagonistas del WorldSBK, entre ellos el compatriota Leandro Mercado. Sin embargo, la falta de adaptación y las exigencias físicas del medio mecánico les impidió a ambos exprimir al máximo a las Yamaha que les alquilaron al Team Pedercinini Racing.
Durante todo el fin de semana en el Circuito Internacional San Juan Villicum ambos estuvieron en el fondo de la parrilla, aunque la experiencia les sirvió para saber en qué nivel está la actividad nacional en comparación con el Mundial. Bien vale aclarar que su primer contacto con estas súper máquinas lo tuvieron en el mismo momento en que se inició la actividad en la pista…
“Surgió la posibilidad y no lo dudé, aunque sabía que la parte física me iba a jugar en contra. Largué las carreras tratando de conseguir el mejor ritmo posible, pero llegaba un momento en que los brazos no me daban más; ahí tenía que levantar para no golpearme y romper la moto”, afirmó Ribodino, que se estrenó en el Mundial con un gran palmarés que incluye los títulos Argentino y Brasileño del Superbike y SSP600.
“Nuestras carreras son a 12 vueltas contra las 21 del Mundial. El nivel de los pilotos es mucho más alto, con motos que van más rápido. Todo eso lo hace desgastante. Lo positivo es que aprendí un montón de cosas, fundamentalmente cómo llevan la moto y como sacan un mejor rendimiento”, le explicó el cordobés a Automundo.
“Tenés que adaptarte al manejo, a las gomas y a la distancia de la carrera… El físico es fundamental. A Lucho y a mi nos agarró muy crudo y nos costó muchísimo llevar las motos, sobre todo en la última carrera del domingo después de dos días intensos”, admitió Solorza, con experiencia en los campeonatos de Brasil, el ESBK de España y el CEV Europeo.
“No es sencillo estar en el fondo del pelotón, pero también hay que ser consciente que aquí tenemos pilotos que hace seis o siete años que están corriendo en la categoría. Lo importante es que tanda a tanda dimos un pasito hacia delante”, aclaró el rionegrino.
En la Superpole la diferencia de Ribodino y Solorza llegó a ser de casi cinco segundos con la punta; mientras que en la carrera eso se incrementó considerablemente. En la primera al cordobés le sacaron una vuelta; mientras que en la restante ambos cruzaron la meta 40 segundos después que el ganador.
Más allá de eso, los dos argentinos se fueron de San Juan con la satisfacción de haber dado todo para aprovechar al máximo esta posibilidad que se les presentó. Por eso poco importa haber vivido el WorldSBK desde el fondo de la grilla.