Renault reafirma su apuesta por los vehículos deportivos con su anuncio de comercializar a partir de 2017 la marca Alpine, una enseña que estuvo en el mercado entre 1955 y 1995.
“Se trata de una nueva etapa en la explotación de nuestro saber hacer y de nuestras tecnologías en el mundo de la competición en favor de nuestros vehículos de serie”, indicó el presidente director general del grupo, Carlos Ghosn, en un acto celebrado en Montecarlo.
El objetivo, según añadió en el comunicado difundido por la firma, es llegar a nuevos clientes dentro de los vehículos deportivos de la gama premium.
El coche podrá alcanzar los 100 km/h en menos de 4,5 segundos “gracias a su ligereza” y conjuga “un diseño sensual con una agilidad excepcional” para imponerse, según Renault, como “digno heredero del célebre Alpine Berlinette A110“.
El Alpine Vision se beneficiará del apoyo tanto del grupo Renault como de Renault Sport, y tiene su dirección general en manos de Michael van der Sande.
La misión del grupo de expertos encargados del renacimiento de esa marca, según este último, es “reinterpretar los célebres Alpine del pasado y garantizar su futuro gracias a vehículos deportivos soberbios”.
El nuevo coche, cuyo precio no se ha adelantado, se fabricará en Dieppe, en el departamento francés de Seine-Maritime (noroeste), y empezará a comercializarse a partir de 2017, en un primer momento en Europa.
Alpine, marca fundada en 1955, desapareció como tal 40 años más tarde, después de haber producido unos 30.000 vehículos y de haber participado en competiciones como las 24 Horas de Le Mans, el rally de Montecarlo o en el Mundial de Rally.
